Los mejores restaurantes con terraza de otras cocinas españolas en Montblanc

28/06/2025: Lo que podríamos describir como un típico bar/cafetería de estilo local, donde los clientes tienen ciertas expectativas que sin duda se cumplirán. Nos atrajo el nombre y no nos decepcionó. Desayunamos aquí dos veces: llonganissa, cansalada, llom y ensaladilla. Todo estaba buenísimo, con un excelente zumo de naranja natural y un buen café. Sin duda volveremos a Montblanc y sin duda volveremos a El cau del drac.

08/05/2025: Al ir a pagar no fue el camarero que nos atendió y al ver que no entendía catalán muy amable se disculpo ( no era necesario) y lo repitió en castellano

15/05/2025: Todo visitando la Feria medieval de Montblanc, cenamos en este lugar. algo más de luz también iría bien.

03/05/2025: Segunda oportunidad para este bar, del que nos habían hablado mal, y ya habíamos probado una vez. Hemos vuelto por Sant Jordi, y realmente no nos ha gustado. No nos habíamos sentado aunque ya nos estaban pidiendo qué queríamos. Tomas injustificadas, porque sólo había todavía una sola mesa. Pero es que ni sentarse. Con el cuento de que "es medieval" la impresión es que se aprovechan para trabajar mal. La butifarra, cruda; el pan quemado por un lado, blanco por el otro y frío; medio tomate en el plato, quemado, sin tomate por el pan; sin aceite, sólo con ajo en la mesa y sin alioli; las patatas ablandadas, como remojadas; ya te avisan de que no ponen cubiertos, pero entonces ofrecen judías que no se sabe cómo te las tienes que comer. Una cosa: en la edad media existían los tenedores. Eso sí, lo llevaron todo pim-pam, porque lo cogen de lo que tienen por allí hecho, vete a saber el rato. En la mesa de al lado una mujer se quedó con el asa de la jarra de vino en la mano y se le cayó encima todo el líquido. El vino iba resbalando por el suelo hacia las otras mesas sin que nadie hiciera nada. Espero que le ofrecieran a la mujer pagarle la colada. Es decir, material obsoleto. La carne tampoco trabaja mucho olor a brasa ni compensaba la calidad. Todo de personal corriendo arriba y abajo, gritos de "pedido" y errores de los camareros con platos que no tocaban, aparte de eso, la gracia de beber en vasos de barro y poco más. Esto por unos 18€/comensal. Sólo un plato y la bebida, sin postre ni café.