Los mejores restaurantes de otras cocinas españolas en Valdepeñas

16/05/2025: Un trato bastante lamentable, para evitar a toda costa. Hay establecimientos en Valdepeñas muchísimo mejores.

04/05/2025: Súper majos y buena calidad precio.

20/05/2025: Veníamos de viaje y decidimos parar en el bar Sebastián,pues gran error.,pedimos 1racion de patatas alioli de la cual la dejamos entera por su pésimo estado,1raciones de ensalada rusa q la trajeron caliente y la verdura en mal estado .. totalmente pésimo este bar para estar en plena plaza,más el tiempo de espera para tan solo dos raciones lo único por lo que doy una buena votación es x la atención x parte de la camarera llamada Vero (ya q llevaba una camisa con su nombre)q nos atendió de 10. Buen servicio por su parte,muy simpática y agradable atenta en todo momento a pesar de estar sola en toda la terraza

10/05/2025: Una experiencia decepcionante, impropia de un establecimiento que forma parte de una cultura gastronómica como la manchega. Como profesional del sector, valoro la honestidad, la sencillez bien ejecutada y el respeto por el cliente. Por eso me sorprende que en un sitio como el Bar Sebastián, en Valdepeñas, hayamos vivido una experiencia tan poco cuidada tanto en lo culinario como en lo ético. Pedimos cuatro bocadillos (uno de ellos sándwich) y dos raciones de patatas (bravas y alioli). La supuesta “guitarra” era pan con lechuga, tomate y jamón sin cocinar, completamente alejado del concepto tradicional. El huevo del bocadillo al tintero, solicitado poco hecho, llegó pasado. Solo el bocadillo de bacon con queso y el de calamares pasaron sin pena ni gloria. Las “bravas” eran simplemente patatas con tomate, sin atisbo de picante, y solo las de alioli tenían cierta dignidad. Hasta aquí, una cocina mediocre. Pero lo más grave llegó al momento de pagar: no se nos entregó el ticket, y al pedirlo, nos dieron uno en el que figuraba un simple “carajillo normal” como concepto, por un total de 59€. Al reclamar una factura, se nos dijo que había que hacerla a mano, con errores en la fecha y dificultad para cuadrarla con el importe. Todo esto apunta, lamentablemente, a prácticas opacas en la gestión de cobros en efectivo. La hostelería es un oficio digno, que exige respeto por el producto, por el cliente y por uno mismo. Estas conductas no solo deterioran la experiencia del comensal, sino que perjudican al conjunto del sector. Ojalá esta reseña sirva no como castigo, sino como llamada de atención.