Los mejores restaurantes de otras cocinas españolas en La Adrada

16/11/2025: He esperado un día por ver si se me bajaba el “calentón” pero no. Fuimos mi pareja y yo. Estábamos de finde de celebración de cumpleaños. Buen rollo y muy a favor de obra. Nos toman nota, pedimos alcachofas al centro, chuletitas de lechal y rabo de toro. Nos traen las alcachofas, no especialmente buenas pero correctas.. al poco viene el camarero y nos dice que no le quedan chuletitas (lo que había pedido yo) pero que tiene una paletilla de cordero (8€ más) riquísima. Le digo que sí, por aquello del buen rollo, aunque se de antemano que no me la voy a comer entera.. no pasa nada, estamos de celebración… al ratito vuelve y nos dice que tampoco le queda rabo de toro.. mi pareja le pide la carta y tras volver a mirarla no le apetece mucho ninguna otra cosa.. hablamos por si quería que compartiéramos la paletilla pero es cierto que no es de comer esas cosas, así que acordamos hablar con el camarero y pedir unos callos para compartir.. cuando se lo decimos, nos dice que la paletilla ya está manchada y que no lo puede anular (*nota: la paletilla la tenía en el menú y se calienta, no es que se hayan ido al monte a matar un chivo y lo acaben de meter en el horno).. así que mi pareja pide los callos. Seguimos hablando con un poco de consternación y vemos que tenemos un poco de enfado por la falta de flexibilidad ante su desconocimiento de lo que tiene o no tiene en carta. Le volvemos a llamar y mi pareja le dice que por favor no ponga los callos que aunque no le gusta mucho la paletilla la compartimos y nos vuelve a decir que ya están marchados (*nota: los callos son un guiso hecho previamente que se calienta y sirve en el momento). Así que nada, nos los trae. Cuando terminamos sobró comida y la pedimos para llevar.. a estas alturas el mal rollo era ya generalizado.. nos trae un envase envuelto en papel de aluminio. Pedimos postre para ver si endulzábamos la situación y al comprobar el envase estaban los callos que habían sobrado. Le volvemos a llamar y a decirle que donde está la paletilla (que previamente había deshuesado para poder llevarme) y nos dice “yo es que entendí que solo querían los callos” y por las dudas no pregunta. Ósea pagamos 30€ de paletilla que no queríamos inicialmente, no nos avisa de lo que no tiene y se muestra completamente rígido ante cambios que no son un capricho, son una consecuencia de su incompetencia y además tiras a la basura la mitad del plato cuando he pedido llévamelo. Esto, que ya de por sí es un despropósito, teniendo a los que parecían los dueños en la mesa de al lado, viendo el mal rollo y sin mover un dedo. Al traer la cuenta ya le expreso con vehemencia mil malestar al camarero y su respuesta es que solo puede decir “lo siento” y que nos han invitado al postre. Una VERGÜENZA.

16/11/2025: Nuestro restaurante de referencia en la zona. Destacar su famosos Rabo de toro, importante ir con tiempo para pillarlo porque se les agota en seguida. Y saben reinventarse, por la noche, tienen carta italiana con unas pizzas espectaculares. Este finde hemos probado el coulant de queso sin gluten, que un miembro de la familia es celiaco, y volvemos a estar encantados.