Los mejores restaurantes con pedidos a domicilio con pedidos para llevar de cocina mediterránea en Sant Cugat del Vallès

22/08/2025: Excelente restaurante, lo pasamos genial en familia. El equipo es dinámico y amable. No hablamos nada de español, pero nos entendimos; el menú está traducido al francés. Gracias. Estaremos encantados de volver cuando estemos por la zona.

13/08/2025: Hemos venido sin planearlo y ha sido una gran sorpresa, el servicio en la terrasa con las chicas fue estupenda super atentas, y la calidad de la comida comimos entraña, ensalada y nos encanto…

27/08/2025: Lugar fantástico para el almuerzo o la cena. Excelente relación calidad/precio. Servicio eficaz y eficiente.

27/08/2025: Calidad-precio 10/10 Servicio y amabilidad 10/10 Todo perfecto 👏👏

12/07/2025: Macarrones en la “boloñesa”. Ni un miserable pedazo de carne

30/05/2025: Fuimos con un amigo a este local en Sant Cugat con la intención de pedir algo sencillo para llevar. Error. Lo que recibimos fue una experiencia gastronómica que rozó el ingreso hospitalario si no fuera por los más de 30 € que nos soplaron. Pedimos una ensalada de pasta que, más que un plato, parecía una muestra gratis. Mini ración, cero sabor. El atún sabía a basura, los tomates cherry parecían de exposición de supermercado del 2012, y todo el conjunto era un homenaje al desprecio por el paladar. Un “¿para qué hacerlo bien si puedes hacerlo mal?” en toda regla. Las croquetas… madre mía, las croquetas. Parecían salidas del comedor escolar de una niña de primaria, pero con el cariño y la técnica de un vagabundo. La de bolets, en particular, era un insulto a cualquier seta con dignidad: insípida, gelatinosa y con un trozo de champiñón mal cocido en el centro (adjunto foto). Y las albóndigas… mágicas. Te juro que les dabas un mordisco y desaparecían. No sé si estaban hechas con aire comprimido o con ilusiones rotas, pero la sensación era que no estabas comiendo nada. Aunque, siendo honestos, nada quizá sabía mejor. Por si fuera poco, el local daba sensación de estar en las calles de un Octoberfest. La atención no destacó por su simpatía y, en resumen, sentimos que por el precio podríamos habernos hecho una cena tres veces mejor en casa, con la mitad de presupuesto y cero decepción. Conclusión: No vuelvo. Ni por accidente.