Los mejores restaurantes en Hermandad de Campoo de Suso

04/05/2025: Tras un pequeño tropiezo inicial, una confusión con la reserva, y una pequeña espera que aprovechamos para tomar unas cervezas, pasamos a uno de los comedores para la correspondiente celebración del Día de la Madre. Quiero comenzar dando las gracias a todo el equipo de La Cantina del Otero por la rapidez en solucionar el problema y por su exquisita amabilidad para "compensar" el susto: Una tapa de picaña, un postre, la media ración de callos que les quedaba, ya que mi hermana los había pedido y no era posible.... Amables, impecables en el trato, sonrientes y eficientes. Se agradece, y mucho. En cuanto a la comida, una de mis hermanas ya había estado en el local, pero los demás éramos nuevos. Como hemos vivido por la zona, teníamos claro que la fuerza del menú iba a centrarse en las carnes, así que pedimos unas raciones para compartir, unas croquetas de jamón sencillamente perfectas, unos torreznos riquísimos y una morcilla asada con salsa de pimientos que destacaba por su sabor y por ese regusto tan peculiar a carbón que queda cuando está cocinada en uno de esos hornos tradicionales que recuperan el gusto de la tradición y la vieja cocina. Los callos, simplemente los probamos, como he dicho, merecen una vista a La Cantina por sí mismos. Creo que nunca he comido unos mejores, con esa salsa cuajada, ligeramente picante, sabrosa y densa que necesitaba pan y más pan. Además de un entrecot y unas costillas asadas, en mi caso compartí con dos de mis hermanos un chuletón de vaca vieja, imagino que de vaca tudanca. ¡Qué delicia! La lo sirvieron fileteado, con un punto equilibrado de escamas de sal, poco hecho (a nuestro gusto), sabrosísimo, tierno. A la mitad del plato, nos lo retiraron para darle un golpe de calor y regresarlo a la mesa. Patatas fritas de Valderredible, en estado de gracia, y unos pimientos verdes frítos completaban el plato. Exquisito. Postre, ya llenos, para compartir una ración de tarta de queso a la que nos sumaron un segundo postre por cortesía de la casa. Los dos, a la altura del resto de la comida; o sea, de sobresaliente. Vino, teniéndo en cuenta que solemos huir de vinos demasiado ácidos, todo un acierto, fresco y agradable, el Ribera del Duero que elegimos, Díaz Bayo. El resumen, una comida excelente, en un espacio tan sencillo como agradable y decorado con gusto, un servicio de primera y las ganas de volver pronto.

13/04/2025: Todo lo que comimos estaba riquísimo, la atención fabulosa, el restaurante muy amplio y muy bien decorado. Salimos encantados.