Los mejores restaurantes en El Barco de Ávila

14/06/2025: Pedimos una copa de vino, y te ponen media Los platos de comida, muy escasos y fríos y muy caros para lo que te ponen No volveremos

25/05/2025: He disfrutado de muchas estancias en hoteles a lo largo de los años, pero pocas han resultado tan profundamente decepcionantes como la que viví en este establecimiento. Lo que prometía ser una escapada tranquila se convirtió en una sucesión constante de negligencias, incomodidades y una absoluta falta de profesionalidad. La noche fue el preludio de lo que terminaría siendo una estancia desastrosa. Me asignaron una habitación en medio de un grupo numeroso y extremadamente ruidoso. Durante la madrugada y a primera hora de la mañana, los golpes de puertas, los gritos en los pasillos y las constantes molestias hicieron imposible mi descanso. La habitación, además, presentaba un estado lamentable: la cama no tenía sábanas y dormí únicamente con una colcha algo sucia; el baño carecía de los amenities más básicos y las toallas no estaban en buenas condiciones. Daba la impresión de que la habitación se había preparado con prisas y sin ningún cuidado. El desayuno no hizo sino confirmar el nivel de dejadez general. El bufet estaba prácticamente vacío: sin platos, sin vasos, sin agua, sin leche, sin comida caliente, sin embutidos… absolutamente nada. Tras comunicarlo al personal, se limitaron a reponer platos y agua. Mi desayuno consistió en unos escasos trozos de fruta y un café solo, preparado con la última carga disponible de una cafetera sucia y goteante. Por si fuera poco, el comedor era un auténtico caos: niños corriendo, gritando, tocando la comida con las manos, sin que ningún adulto ni miembro del personal hiciera el menor intento de intervenir. Lo notifiqué en recepción, pero, una vez más, la respuesta fue una indiferencia total. Que se cobre a los clientes del hotel por un bufet de desayuno cuando no pueden disfrutar de él, incluso estando todavía a más de una hora de su cierre, me parece de una desvergüenza absoluta. Otro aspecto especialmente preocupante fue la flagrante vulneración de la privacidad. Recibí por correo electrónico una factura que no era la mía, sino la del grupo que tantas molestias había causado. El documento contenía todos sus datos personales visibles. Al señalar esta grave irregularidad, la reacción del personal fue tan despreocupada como alarmante: no lo consideraron un problema. Me resultó especialmente llamativo que, al llegar, en recepción, insistieran en la exhaustividad de los datos requeridos por “exigencias legales” en tono de crítica, mientras que, a la hora de proteger dicha información, demostraron una irresponsabilidad absoluta. En definitiva, viví una experiencia bochornosa que pone de manifiesto una gestión ineficiente, una atención deficiente y una alarmante ausencia de estándares mínimos de calidad. No solo no volveré ni recomendaré este hotel, sino que invito activamente a evitarlo.