Descubre el mejor restaurante de cocina asador en Xeraco
7,2
894 Opiniones |
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Capricho n8
Xeraco, 30-45€
28/06/2025: Restaurante bonito, pero con un personal que no se preocupa por las alergias, avisando con antelación de que teníamos un comensal con alergias alimentarias (especificando cuales) han servido platos con alimentos que causan dichas alergias.
Tras eso la camarera en vez de pedir disculpas ha estado intentando justificar lo injustificable.
Si no te mata, la comida es buena.
28/06/2025: He salido profundamente decepcionado e incluso asustado de un restaurante que, por su ubicación, ambiente y calidad de la comida, tenía todo para ser una experiencia memorable. Ya en años anteriores había notado ciertas carencias en el servicio, que llegué a justificar entendiendo la dificultad de encontrar personal cualificado en zonas turísticas con alta estacionalidad. Pero lo ocurrido esta vez ha sido inadmisible.
Hicimos una reserva para cenar, y en ella mencionamos expresamente que una de las personas del grupo tiene una alergia grave a las frutas rosáceas (una alergia que puede causar anafilaxia y requiere el uso inmediato de adrenalina y asistencia médica). A pesar de esta advertencia clara, uno de los platos que pedimos, un tartar de atún, fue servido con cerezas. Tuvimos la suerte de que varios de los presentes probamos el plato antes que la persona alérgica, lo que probablemente evitó una situación médica de emergencia.
La reacción del personal, lejos de ser profesional, fue lo que más nos indignó. La camarera justificó el incidente diciendo que, al ser una cocina abierta, podía haber contaminación cruzada en todos los platos.
Esta respuesta, además de poco profesional, fue muy irresponsable: una alergia alimentaria provocada por agregar un ingrediente que se mencionó que daba alergia, no es lo mismo que una posible contaminación cruzada, y bajo ningún criterio es aceptable minimizar la situación o culpar al entorno en lugar de asumir la responsabilidad.
Aún más grave fue que se dijera implícitamente que la persona alérgica no podía comer ninguno de los platos sin riesgo, cuando ya estaba comiendo. Esta manera de justificar un error serio solo sirvió para agravar el malestar.
Una disculpa sincera y a tiempo habría sido mucho más adecuada que una serie de excusas que solo mostraron falta de formación y sensibilidad. La disculpa llegó tarde, cuando el mal ya estaba hecho y el susto había sido muy real. Me sabe mal por la camarera, porque al final sí se notó arrepentida, pero esta situación es muy grave y no puede pasarse por alto.
Una experiencia que, lamentablemente, nos dejó con más preocupación que disfrute. Ojalá se tomen en serio este tipo de situaciones y se formen mejor a los equipos en la gestión de alergias alimentarias, que no son un capricho (como se llama el restaurante) ni un detalle menor.
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