Yoko Barbate en Algeciras

Absolutamente espectacular. Pedimos varios tartar, el ceviche, nigiris y la parpatana y todo era un 10. Volveremos cada vez que vengamos por la zona.

Gran fusión entre cadiz y Japón, nunca falla.

Excelente. Se ha convertido en nuestro clásico anual. La calidad del pescado, la atención amable y profesional. No hay que perdérselo.

Ha sido todo un descubrimiento. Restaurante con muy buen ambiente. Los platos que pedimos estuvieron todos espectaculares. Pedimos varios nigiris (anguila, vieira, toro con caviar), sashimi de atun (toro, shutoro y akami) , y un tartar de atun con tuetano y corazon de atun sorprendente. Por ultimo probamos un corte de wagyu perfecto de punto. El personal super atento. Repetiremos seguro

Excelente calidad de producto, y maravillosa atención. Se nota el cuidado que se dedica a cada plato, desde el más sencillo hasta el más sofisticado y creativo. Disfrutamos mucho de la experiencia, además del trato tan agradable que recibimos.

Todo un acierto! Tenía muchas ganas de venir. El sitio, el servicio, la comida todo un espectáculo. Si tuviera que elegir un plato el Nigiri de Atún para mí lo más Top. Volvería sin dudarlo . Gracias al Chef y todo su equipo. Ha sido una maravilla.

El restaurante está en un lugar privilegiado, Barbate: pueblo atunero por excelencia. Yoko ofrece este manjar en todo su esplendor con ese toque japo que me encanta, además de otros productos muy bien conjugados. Por mi experiencia personal (soy amante de los restaurantes de comida japonesa) Yoko no destaca por encima de otras ofertas similares de la provincia. Todo está bueno, sí, pero por el precio (caro) uno espera algo más. Lo recomiendo pero aviso que es carete. Al servicio le pongo 2 estrellas porque a pesar de ser gente amable, servicial y cercana, al chico que nos atendió no se le entendía bien cuando ofrecía las especialidades/recomendaciones. Soy gaditano y aun así me costaba entenderle. Eso sí, lo que le entendí lo pedí, y estaba riquísimo. Recomiendo el sitio pero sabed que mínimo son 80-90€ y saldréis bien servidos... por la mitad de precio hay otros que pueden cubrir el expediente satisfactoriamente.

Servicio atento y aclarativo.Buenas sugerencias para compartir grupo de 6.Todo lo de atun rojo muy bueno , caro y poco.

Comer y vivir la Yoko Experience es un MUST en Barbate El pescado además de fresco, se derrite en tu boca Alvaro y su equipo cuidan y trabajan muy bien el producto Recomiendo probar la alcachofa con tartar de quisquillas, ¡una maravilla! El local tiene muy buen ambiente Fuimos durante la feria y al estar al lado se escuchaba muchísimo la música del concierto, pero al entrar al local, está el ruido tan aislado que sólo escuchábamos el hilo musical Los camareros/as fueron muy amables y supieron recomendarnos muy bien Sin duda, se merecen las distinciones que han recibido hasta ahora y la buena fama que están creando ¡Volveremos!

Cocina japonesa a la mediterránea. Hablar del joven Álvaro Rivera es hablar de Kabuki. Pero también de Albert Adria y su genialidad. Cocinero por vocación, de profesión y con ganas. Sirva esto para arrancar y ponernos en escena. Un servicio magnífico, en un ambiente muy coqueto, selecto y casi íntimo. El local es pequeño, y la cocina ocupa prácticamente la mitad del mismo. Ello no impide que se disfrute desde el minuto 1, sin olores, sin ruidos, sin nada que no sea placer. Te recibe Alvaro desde su cocina, frontal amarmolado incluido, con una eterna sonrisa (la de un cocinero experimentado, aún con ganas de demostrar quien es, las ideas que tiene, y el bagaje que trae). Te sientas, y nada más hacerlo, te obsequian con una botella de agua “km. 0”, filtrada, totalmente gratuita. Que a día de hoy un establecimiento siga cobrándote el agua es algo normal, y por este detalle, entre otros, Álvaro te conquistará. De entrada y sin previo aviso: un montadito de ijada de atún sobre tosta y un guiño japo. El tartar picante con gamba cristal es brutal. Los makis, nigiri y demás, para disfrutar, solo o acompañado. Dos matices: la costilla de vaca a baja temperatura debería estar prohibida, por su textura y sabor. Engancha. Ojo. De lo mejor que he probado en carnes hace mucho tiempo. El otro los langostinos en tempura. Una genialidad tan grande como simple. Los postres: me quedo con la tarta de queso payoyo. Una auténtica locura ajena al mundo del “Philadelphia”, que ni es queso, ni nada. Aquí, aunque parezca extraño, vuelve Álvaro a brillar. Y de qué manera. Sin lugar a dudas, un lugar indispensable en la cocina gaditana. Ticket medio: 30€/ pax. Nota: 4/5 puntos.