Wakiki en Benalmádena

Una estancia increíble con nuestro hijo de 2 años. No es precisamente un hotel apto para niños. Pero todo el personal fue muy amable, la limpieza fue excelente, la ubicación es excelente y todo estaba muy limpio. Hubo algunos momentos de indiferencia al pedir el almuerzo. El desayuno estuvo muy bien; el chef, que parecía un Alan Cumming en prisión, era un excelente cocinero de tortillas.

Un hotel precioso y bien cuidado cerca del puerto de Benalmádena. El desayuno era variado y muy rico, y el personal amable. La habitación junior que me dieron era maravillosa, muy amplia y con vistas frontales al mar. Recomiendo encarecidamente este hotel.

Un poco lento en el bar de la azotea (no hay suficiente personal). En general, disfrutamos mucho de nuestra estadía y ubicación.

Pasé una semana en el Hotel Benalmádena y me llevé unas impresiones muy diversas. En primer lugar, el hotel en sí: está situado en medio de un conjunto de grandes complejos hoteleros, en el típico paseo marítimo, repleto de turistas. Allí, pequeñas tiendas que venden los típicos souvenirs se alinean alrededor del hotel. A primera vista, el hotel parece moderno; huele bien y desprende un aire mediterráneo. El personal de recepción fue extremadamente amable y siempre dispuesto a ayudar en el check-in, ¡una gran ventaja! Lamentablemente, no hay carritos para el equipaje, lo cual resulta especialmente incómodo al llegar con varias maletas. Las habitaciones son modernas, limpias y están decoradas con buen gusto. Un gran elogio para el personal de limpieza, que hace un trabajo maravilloso y atento a diario. Sin embargo, lo que es absolutamente inaceptable es que no haya escobillas de baño en ninguna de las habitaciones. Esto es antihigiénico y desagradable, tanto para los huéspedes como para el personal de limpieza. Viajamos con dos familias y podemos confirmar que no es un incidente aislado. Aunque el wifi es gratuito, la suscripción al boletín informativo es obligatoria; debería ser voluntaria. Nuestras habitaciones daban a la calle, lo que impedía abrir las ventanas debido al ruido extremo. Por suerte, pudimos ajustar el aire acondicionado a una temperatura tranquila y cómoda, lo que nos permitió dormir con las ventanas cerradas. El desayuno fue excelente: variado, fresco e incluso incluía aguacate y bebidas desintoxicantes. La única pega: no hay especialidades de café como latte macchiato o capuchino, solo café de filtro. La cena también fue muy buena y variada. Lamentablemente, el servicio fue deficiente; a menudo había que pedir más bebidas. Además, los precios de las bebidas son bastante altos. La zona de la piscina fue decepcionante. Es relativamente pequeña, con muchos mosaicos dañados y sueltos en el agua. En el borde de la piscina, los azulejos, que antes eran blancos, ahora se han vuelto de color marrón verdoso, lo cual resulta antihigiénico y poco atractivo. La vista al mar se ve perjudicada por las paredes de cristal sucias. La zona de spa también es diminuta. El jacuzzi es extremadamente ruidoso y el termómetro de la sauna para dos personas marcaba la friolera de 125 grados Celsius: demasiado caliente y no cumple con las normas. Quizás el termómetro también esté defectuoso. El hotel tiene acceso directo a la playa pública, pero no tiene zona de playa privada. Hay que alquilar tumbonas por 14 € al día. La arena oscura se calienta mucho, el agua está turbia y, al entrar en el mar, uno se encuentra con piedras grandes y apenas visibles, que pueden volverse peligrosas rápidamente. Aunque el hotel no se responsabiliza de la calidad de la playa, esta contribuye a la impresión general. Conclusión: Mi estancia fue una mezcla de altibajos. El hotel ofrece habitaciones modernas, buena comida y un personal amable, pero también tiene numerosas deficiencias... ¡Qué lástima!

Recomiendo encarecidamente este lugar, mi experiencia fue excelente, VOLVERÉ , el servicio fue impecable, Felicidades a tod@s el equipo del hotel

Un hotel muy agradable cerca de la playa. Amable, buen servicio y un buffet fantástico y variado. Sin duda, lo recomiendo.

Servicio excepcional, increíble ubicación en primera línea de playa con vistas a la bahía y un desayuno de 10. Y con una sonrisa siempre

Mi experiencia en el hotel ha sido de ensueño, el trato de la recepciónista fue de más de 10 super amable, el hotel una maravilla , todo impoluto. Las vistas del mirador fascinantes . Volveremos sin ninguna duda !!!

Hemos estado visitando Bar Way Kiki durante los últimos 18 años en cada visita a Benalmádena. Este es un bar familiar que siempre ha tenido una hospitalidad acogedora. El menú es amplio y la elección de bebidas es fabulosa. 2 pantallas de TV muestran deportes, pero el sonido está apagado / bajo, así que no distrae. El bar fue modernizado hace 2 años y esta fue nuestra primera visita desde entonces, pero no dejó de cumplir con el mismo alto nivel de satisfacción. Tomamos bebidas por la tarde (cerveza y sangría) y luego regresamos por la noche para comer. Gran tamaño de porción y excelentes precios - una pequeña solicitud. Por favor traiga de vuelta las patatas fritas en lugar de patatas fritas. Por lo demás era perfecto.

2 por 1 en cócteles, lo que no es para amar. Puedo recomendar encarecidamente el bebé de gelatina y a mi otra mitad le gustó el destornillador. . El personal es genial y no podemos esperar a volver de nuevo