Vive Monje en El Sauzal

Hicimos un brunch que estaba bastante bien (un poco caro) pero tuvimos alguna incidencia con el tema sin gluten. Antes que nada, agradecemos que dispongan de opciones sin gluten y entiendo que cobren suplemento porque los productos sin gluten son más caros. Por error, le trajeron a mi mujer, el montadito de cochino negro, tanto con el pan como con bizcochón con gluten. Nos dimos cuenta porque yo pedí el mismo pero normal y las dos tablas eran idénticas. Al comunicarlo, nos comentaron que el bizcochón era con gluten pero que podía comerse el montadito. Le dijimos que, por el riesgo de contaminación, mejor lo cambiaran. Al volver la tabla, el pan era diferente al anterior, por lo que el pan inicial también tenía gluten. La tabla seguía teniendo el azúcar glass del bizcochón, por lo que sospechamos que no la cambiaron. Lo cual me hace dudar de si simplemente quitaron el montadito con gluten poniendo el montadito sin gluten en su lugar, por lo que este último se habría contaminado con gluten. De esto nos dimos cuenta después de haberse comido el montadito, por lo que no lo pudimos comentar. Vuelvo a reiterar que me alegro muchísimo y les agradezco de corazón, que dispongan de opciones sin gluten. Además, creo que les puede beneficiar económicamente porque cuando un celiaco deja de ir a un restaurante por falta de opciones sin gluten, no sólo deja de ir esa persona, sino también sus familiares y amigos. Por desgracia no basta con tener pan y bollería sin gluten y ya está. Hay que formar al personal de cocina y camareros para evitar la contaminación de estos productos con gluten de otros. No sé si han realizado esta formación, pero si no lo han hecho, la ACET (Asociación de Celiacos de Tenerife) ofrece cursos al respecto. Y si la han realizado, vendría bien una sesión recordatoria. Por último, como sugerencia adicional, les recomendaría que evitaran las tablas de madera con las personas con alguna intolerancia o alergia, ya que por muy bien que se limpien, al ser porosas siempre existe el riesgo de contaminación.

Hermosa bodega con un servicio increíble, no te arrepentirás de haber elegido esta bodega. Opción de almorzar aquí o seleccionar entre otras catas de vinos.

Bodegas Monje es un lugar que combina la tradición vinícola canaria con una experiencia inolvidable. Su ubicación privilegiada ofrece vistas espectaculares que te dejarán sin palabras, especialmente al atardecer, cuando el paisaje se transforma en un cuadro digno de admirar, los días despejados se ve el Teide. El restaurante, con su propuesta de comida típica canaria, es un auténtico deleite para los sentidos. Cada plato está cuidadosamente preparado, destacando por su sabor y calidad. Es un lugar perfecto tanto para los amantes de la gastronomía local como para quienes desean descubrir los sabores de Tenerife. Además, la comodidad está garantizada: hay muchísimos espacios para aparcar y el ambiente es ideal para disfrutar en cualquier momento del día, ya sea para una comida relajada, una cata de vinos o simplemente para admirar el entorno. Los precios son razonables, considerando la calidad de la experiencia, lo que lo convierte en una opción accesible para quienes buscan disfrutar de lo mejor que Tenerife tiene para ofrecer. Sin duda, Bodegas Monje es un lugar que merece ser visitado una y otra vez.

Decepcionado. Vine exclusivamente porque tenían cochino negro, pero cuando sirvieron el plato estaba salado y apenas tenía sabor, no es un producto de calidad. Carta normalita, nada fuera de lo común. Lo mejor que tiene el local es el servicio y las vistas.

¡Maravillosa experiencia! ¡Caleb y Claudia brindaron una excelente experiencia de degustación y un recorrido! Vine por mi cumpleaños y tuve un gran día. ¡Volveré al 100%!

Cómo sumiller. los aconsejo ..tanto la comida como el trato y los vinos son especiales .la experiencia es inolvidable.la bodega es bellísima .y el trato y la guía por el viñedo .es de lo mejor super profesionales .aconsejo probar el vino tinto que ponen bajo el mar .y el moscatel de postre .y los bombones de chocolate con vinagre .no tiene precio es una experiencia de repetir .los menú que te ofrecen.estan muy bien elaborado .

Reservamos una degustación y un recorrido. No vayas aquí si esperas un castillo francés con vinos de Burdeos. Sin embargo, vaya si desea una cata de vinos locales con increíbles vistas del atardecer y pruebe sorprendentemente vinos con sabores a los que la mayoría de la gente no está acostumbrada. El recorrido fue excelente y uno de los mejores que he tenido hasta ahora (tuve recorridos vinícolas en Argentina, Italia y Eslovenia). ¡Debes ir si visitas Tenerife!

¡Qué gran experiencia fue ésta! Un lugar agradable donde, en primer lugar, recibirá una bienvenida muy hospitalaria. Luego de un recorrido por la bodega con un guía local que habló apasionadamente sobre el vino, finalizamos con una cata de 4 vinos. Todo muy recomendable con snacks a juego. Finalmente concluimos con un almuerzo tardío (de lo contrario no hubiéramos podido conducir a casa, así que tenlo en cuenta para la degustación). La comida estaba deliciosa, bastante para poder llevarla. ¡Muy recomendable si estás en Tenerife para visitar este lugar!

Hemos ido a comer varias veces allí, vistas espectaculares de la isla y atención buenísima por parte de todo el personal. El cochino negro riquísimo.

Gran taller de Mojo y recorrido interesante. Sobre todo, nos pareció fantástico que todos los subproductos se reutilizaran y se utilizaran procesos naturales en lugar de solo tecnología. Los empleados fueron totalmente amables. Nos divertimos mucho con todo, aunque estaba muy orientado a los turistas.