Hace más 40 años iba al Viena de Granollers centro y en lo que se refiere a la comida hoy no tiene nada que ver con lo que era antes, ahora ha perdido mucho.
El personal hizo muy bien al detectar un error que habían cometido en nuestro pedido antes de que nosotros nos diéramos cuenta y corregirlo de inmediato. La comida siempre es deliciosa, especialmente una buena relación calidad-precio.
Un lugar tranquilo donde desayunar, comer, merendar o cenar. En este caso fuimos a merendar, café con leche y cruasán de chocolate (estaban recién hechos y la mujer nos lo dijo, seguían calentitos) en resumen, lugar recomendable y tranquilo.
Amabilidad en el trato. Lavabos super limpios y con papel de w.c. relación calidad-precio: buena. Un lugar agradable para parar a desayunar, comer o cenar. 👌🏽👌🏽