Venta Don Jose en Badajoz

Clásico de los que gustan, auténtico y con la esencia de un sitio histórico. Se come muy bien, servicio especial y buen precio.

Vinimos a desayunar, a petición de mi marido, llevaba mucho tiempo queriendo venir, tomamos un café con unas tostadas de jamón ibérico con tomate y realmente mereció la pena el venir. El desayuno estuvo muy bueno. El desayuno de los tres nos costó 16,40 euros. La relación calidad precio aceptable.

El servicio perfecto La cocina de primera. Sólo ha habido un fallo... El camarero no nos advirtió del tamaño de las raciones. Problema que se resolvió con un tupper. Genial, de verdad.

Definitivamente si estás por la zona hay que pararen la venta D José. La comida no defrauda y el servicio aún menos. Los nietos han sabido mantener la esencia de un lugar envejecido con arte. El cochifrito, el jamón, el queso… los huevos. Un dejavú de los viajes con mis padres

Cerveza sin gluten Mahou 👍, el aperitivo 🫒, un bar más de carretera.

De paso hacia Portugal y en busca de un sitio donde comer por la ruta, nos encontramos a la altura de Badajoz y el mesón Venta Don José. Las recensiones son buenas, no tenemos mucha hambre y la idea es comer un par de ensaladas y ya.... Qué sorpresa nos hemos llevado. El lugar hace honor al nombre y a su historia. Los camareros muy profesionales y simpáticos, a pesar de que es domingo y está lleno. Nos aconsejan muy bien y acabamos no sólo comiendo ensalada pero también ensaladilla de pulpo ahumada (espectacular), ensalada, alcachofas con jamón y ajo (muy buenas aunque para mi gusto demasiado aceite), unas costillas de cordero muy, muy buenas y ya el colofón, la tarta de queso con frutos rojos.... Impresionante. Viajo mucho por trabajo y he probado tartas de queso de muchas variedades y países... Pero esa tarta es espectacular. Enhorabuena al pastelero Iván.

Una venta típica española de Extremadura. Me encanta dentro del estilo venta

Caímos en Venta Don José de pura casualidad. Volvíamos de Portugal y teníamos pensado ir a otro sitio a comer, pero tuvimos que parar a echar gasolina a la entrada de Badajoz. Justo al lado había un restaurante de carretera repleto de coches. Nos dio buena vibra y entramos. Resultó que se trata de un clásico en Badajoz. Tercera generación. Tiene todo lo que se espera de un mesón de este tipo: comida rica, raciones abundantes, servicio rápido, un trato directo, cercano y sin esnobismos, buenos precios. Comimos bastante bien. Unos 25 euros por persona. Muy recomendable. Nos atendió un camarero joven llamado Juan Antonio que es un gran profesional y un tipo encantador al que le deseamos lo mejor.

Comida muy rica, platos enormes, postre 100% . todos muy amables, lo recomiendo. Y muchas gracias. Saludos.

Me atendieron genial el otro día que fui a comer allí,. volvería a comer allí si se repitiera la ocasión