Veganí en Sevilla

Uno de los mejores restaurantes veganos a los que he ido! La comida es increíble, muy creativa, tienen ingredientes de calidad, el servicio es estupendo y la decoración del lugar es fantástica. Además es muy tranquilo y super acogedor.

Un lugar agradable, con pocas mesas, un servicio excelente y una comida excelente.

El nivel culinario es alto, y es genial disfrutar de una interpretación moderna y fresca de la cocina española. Sin embargo, los precios son muy altos considerando el tamaño de las porciones. Éramos tres y pedimos siete platos (el personal recomendó dos platos por persona para compartir), y desafortunadamente, aun así nos quedamos con algo de hambre. Este es un buen lugar para charlar con amigos; para una comida abundante y abundante, es mejor elegir otro lugar.

El restaurante está decorado con mucho gusto. El servicio es muy amable. Todo es vegano y los platos están pensados ​​para compartir. La comida está muy bien presentada y es muy sabrosa. Los platos por menos de 10 € nos parecieron justos, pero algunos platos por encima de 10 € nos parecieron caros (cuscús por 20 €, etc.). Las descripciones del menú no son lo suficientemente detalladas. Nuestra idea de una "ensalada crujiente", por ejemplo, era diferente. Algunos platos no estaban disponibles, a pesar de que el restaurante acababa de abrir. Los tiempos de espera para el siguiente plato fueron bastante largos. ¡El asesoramiento y la selección de vinos fueron muy buenos! Volveríamos por la comida vegana, pero no encaja del todo con el intento de un restaurante vegano, elegante y caro.

¡Tapas veganas realmente buenas!

Servicio muy amable. Ambiente muy acogedor. La comida estuvo buenísima; como se puede compartir, se pueden probar todos los sabores. Fantástico: la yuca, los rebozuelos, las croquetas y los conhigos de tomate. Es simplemente divertido. No es para carnívoros empedernidos, pero es perfecto para cualquiera que quiera probar sabores sofisticados.

La verdad es que la comida está muy buena, sin duda. Sin embargo, le pongo tres estrellas porque me dio mucha pena ver a dos trabajadores explotados sin ser capaces de dar servicio a un restaurante con todas las mesas ocupadas. Todo el mundo esperó más de hora y media en tener la comida en la mesa. Para nada esto es una queja para la camarera ni para el cocinero, que hicieron lo que pudieron y fueron muy amables. Lo que no entiendo es por qué estaban solas estas dos personas un sábado por la noche a cargo de un restaurante a tope y por qué no había al menos una persona más. Por otro lado, me parece que se contradice con la apuesta como negocio local y con la defensa del barrio en la decoración. No veo muy normal tener que pagar 5'50€ por una 'mini copa de vino' (que se bebe en tres sorbitos), a no ser que lo que se pretenda es atraer a alemanes y suecos.

Sevilla es un horror de ciudad genteificada y plagada de turistas, pero el Vaganí es un paraíso para cualquier vegano (o no) que compensa a duras penas la masificación turística. La comida es excelente y el trato fenomenal. Repetiríamos sin lugar a dudas si volviéramos a Sevilla, pero no creo que pase.

Comida muy original y platillos veganos creativos. Todos los ingredientes frescos y de calidad. Super recomendable para una experiencia culinaria diferente

La comida fue excelente y el servicio también. Es verdad que es bastante caro para las cantidades que traen, pero aún así fue una muy buena experiencia.