Hemos estado encantados en el Hotel Delicias. Desde el primer momento nos han hecho sentir como en casa, tanto a nosotros como a nuestro pequeño peludo, Nilo 😊. La habitación era amplia, muy
cómoda para tres personas y nuestro perrete, y sobre todo súper limpia, lo que se agradece muchísimo.
El trato ha sido excelente, cercano y amable. Ona es un amor de persona y cocina de maravilla —todo lo que probamos estaba riquísimo, ¡de 10! Se nota el cariño con el que lo hacen todo.
Es un lugar tranquilo, con encanto, y con un ambiente que invita a relajarse. Es difícil encontrar sitios donde se valore tanto a las personas como a los animales, y aquí lo consiguen con creces.
Mil gracias por todo. ¡Nos vemos el año que viene sin duda!