Tomàquet en Girona

Para ser un restaurante de menú superior, muy incomodos al principio con las respuestas de un camarero cuando solicitábamos la limpieza de la mesa, que debido a una higuera estaba la mesa y todas las sillas llenas de higo aplastado. El responsable de los camareros muy mal educado con sus compañeros. Los chicos pobres con cara de no saber dónde meterse de las formas que los trata delante de la clientela. Vamos que habla así a mi hijo y este ya no está trabajando ahí. No se ni como tienen personal con lo mal educado que es y las faltas de respeto. A uno de ellos le dijo no le hagáis caso que es tonto y no retiene. Me quede blanca con esa respuesta. Pero vamos que callarme no me callé y le contesté. Y al camarero le dije que por favor no lo permitiera que se fuese de ahí.

Ambiente espectacular ideal para grupos grandes! La terraza es increíble tanto de noche como de día. La comida correcta, la carne es su punto fuerte.

Buena brasa, sales con olor a humo

Hemos estado comiendo la familia, un lugar bonito: buena brasa y excelentes carnes. Mucha gente, van bastante rápidos. Las croquetas muy ricas, las alchofas ricas pero mucha brasa. Las costillas a mi gusto demasiado hechas a la brasa, la espalda al horno lleva salsa, lo mejor el entrecot, los postres muy ricos. Carta de vino con precios altos. Huele la carne cuando ponen la piedra en el comedor, sales olor de humo. Recomiendo tener prudencia al pedir.

Servicio atento. Espacios exteriores e interiores agradables, masía rústica. La pega del interior es la acumulación de humo si las parrillas van a todo trapo. Comida abundante, con buena preparación y calidad.

Bonitos y espaciosos comedores. La comida es buena, el precio es aceptable.

Buen sitio para comer y el restaurant está súper bonito, la comida está muy buena.

Todo perfecto, un sitio muy especial. Productos de calidad, buen servicio, rapid y agradable.

Estuvo genial, la comida riquíssima, el sitio precioso, fue un gusto comer alli

De primero pedimos canelones y verduras a la brasa con salsa romesco. No fue del todo de nuestro agrado. La berenjena estaba dura y no les notamos el gusto como al de una brasa de carbón. Los canelones tenían como gusto a requemado. Por otra parte el txuletón de ternera de Girona estaba muy bueno. Lo traen en una bandeja en crudo con una piedra a parte para que te lo vayas haciendo a tu ritmo y a tu punto con un tarrito de sal maldon. Con acompañamiento de verduras. Una vez se te enfría la piedra puedes pedir otra sin ningún tipo de suplemento. Entre medio de los trozos de carne del txuletón nos encontramos creemos que un trozo de cuerda de donde va colgado… Pero bueno lo quitamos y ya está. El pan bueno. Te lo traén con tomate y ajo aparte. El servicio es bueno y rápido. Lo único un poco incómodo fue que el mando del aire acondicionado lo tenían justo encima de un cuadro con espejo en la pared de al lado de nuestra mesa y cada vez que lo cogían tenían que pasar casi por encima de nuestra mesa. El lugar es precioso, por dentro rústico con mesas de madera y suelo de piedra y por fuera muy bien decorado. Con letreros luminosos, sillas colgantes… Muy bonito para hacer fotos. Tiene parking.