The Beach Club en El Vendrell

David Hurtado, un camarero de 10, sabe servir y tratar a sus huéspedes, recomendable 100%

David hurtado es el mejor barman que me ha atendido en la noche ah sido muy profesional y a la vez muy respetuoso lo recomiendo para cualquier servicio es un crack bluespace está muy agradecido por el.

Me alojé hace poco y me atendió Raúl Montes, maravillosa atención por su parte, muy amable y educado!!!

Muy buen sitio, fuimos con la empresa y todo genial

Espectacular hotel primera línea de mar. Terraza con restaurante vistas excelentes al mar . Personal muy atento y amable

Hotel espectacular, la comida estupenda y el spa espectacular, el trato muy agradable y profesional. Mención especial a Ana por el masaje y el tratamiento. Servicio de 10!

El sitio es precioso, junto al mar. Excelente atención, todo está muy cuidado, un ambiente ideal para relajarse, este hotel es "TODO lo que está bien" Mención especial para Ricardo de recepción que se encargó de cuidar cada detalle para que nos sintamos a gusto, fuimos un grupo de 9 personas, y hemos vivido un finde inolvidable.

Hotel muy bonito ,la comida estupenda y el spa espectacular, el trato muy agradable y profesional.Gracias a todos.

Todo fue genial. Los distintos espacios fueron diseñados para ser emocionantes, y la sala se dividió en una parte clásica que originalmente era un hospital, y una sala moderna, lo que la hacía muy cómoda. El desayuno en España es todo jamón y queso, y realmente no se sirven comidas calientes, pero aquí era sencillo, pero me alegré de que estuviera preparado. El zumo 100% de naranja también estuvo genial. Como teníamos un niño de 5 años, no podíamos usar el spa, pero había una zona de juegos para niños, la playa de arena estaba justo frente a nosotros y pudimos usar las toallas libremente, lo cual fue un placer. Disfruté del champán y los dulces de bienvenida de manera elegante, y el personal de recepción me saludó en japonés cuando me vieron con un kimono. Fue una experiencia agradable con un buen equilibrio entre dignidad y amabilidad. Había un baño, que es necesario para los japoneses, y la ducha era fuerte, lo cual era bueno. Escuché que no había muchos japoneses allí, así que parecía una villa escondida y me enamoré de ella. La ciudad es tranquila, lo que la convierte en un refugio perfecto para dar un paseo o relajarse. Fui en la segunda quincena de abril y no hacía demasiado calor y pude entrar al mar perfectamente, ¡así que definitivamente regresaré!

Es el mejor hotel en el que no he estado.