TASCA DEL VINO en Garachico

Descubrí este hotel por casualidad mientras caminaba por las calles de Guarachico. Muy buen hotel y restaurante!

Un hermoso hotel rural en uno de los lugares más bellos (¡si no el más bello!) de Tenerife. Situado en pleno casco antiguo de Garachico en una preciosa plaza histórica rodeada de un parque, una iglesia y el ayuntamiento. El edificio del hotel data del siglo XVII; cada vez que subíamos las escaleras hasta el piso superior, nos preguntábamos quién había tocado aquí la barandilla a lo largo de los siglos. Las habitaciones son históricas, espaciosas y funcionales. Todo es lo más original posible (nos dijeron que el 70% de la madera del edificio proviene de los primeros tiempos). Uno de los aspectos más destacados es sin duda el patio interior con palmeras, una pequeña fuente de agua y algunos bonitos rincones con sofás para relajarse. El otro punto a destacar es el restaurante 'Silogía' con un menú estupendo y precios muy razonables. Comimos allí un total de 3 veces y siempre estuvo muy rico. El servicio en general, especialmente en el restaurante, fue de primera categoría, definitivamente no había nada de qué quejarse. En general, una estancia maravillosa: volveríamos aquí en cualquier momento (y felizmente por más de los 4 días que tuvimos). Las señoras de recepción fueron extremadamente serviciales y dieron buenos consejos. El gerente del hotel estuvo presente la mayor parte del tiempo y ayudó. Cuidó que todo estuviera bien.

El mejor equipo en restauración que he conocido hasta ahora, excelente servicio, la calidad del trato, desde la recepción, el servicio y la despedida, supera con facilidad a restaurantes con estrellas Michelin y hoteles 5 estrellas en todo los detalles. La comida excelente!

El Hotel de ensueño, pero el desayuno muy deficiente en cuanto a la variedad.

Bonita antigua residencia canaria con un precioso y tranquilo patio. Las habitaciones son todas distintas aunque espaciosas y acogedoras. A nosotros nos correspondió una del primer (y último) piso y había que subir 24 escalones (no hay ascensor) para llegar a ella. Decoración acogedora pero la habitación estaba desaprovechada, se echaba en falta más sitio para guardar la ropa (había varios colgadores pero solo unas reducidas balda y media para dos personas). Tampoco estaría mal que hubiera una mesita para poder escribir y dejar cosas (el enorme TV ocupaba toda la mesa existente). La cama y las almohadas muy cómodas. El baño, por motivos que se me escapan, tenía un peldaño para entrar desde la habitación, lo que daba lugar a traspiés hasta que uno se acostumbraba y tenía el lavabo situado a una altura desmesurada (como para alguien de 1,90m), había que ponerse casi de puntillas para alcanzarlo. La ducha era magnífica en espacio y grifería. El servicio del hotel es muy profesional además de simpático El restaurante, que también se utiliza para los desayunos, tiene un decoración agradable, tanto en la zona interior, como en su patio. La comida no me pareció excelente (el pescado que tomé estaba algo seco) y el precio era algo caro, aunque no demasiado. Los camareros del restaurante eran muy solícitos aunque algo empalagosos. Hotel recomendable, sobre todo si no se usan maletas demasiado pesadas o se tiene la habitación en la planta baja.

Un sitio maravilloso. El servicio espectacular, limpio y muy muy cómodo. La chica de la recepción, justo estos días estaba por las tardes una maravilla, super amable y en cada pregunta que teniamos nos daba varias soluciones. 100% recomendable este sitio!

La comida era fantástica, al igual que el ambiente. Una de las mejores experiencias en Tenerife.

Simplemente indescriptiblemente español. Tienes que ir allí y simplemente disfrutarlo.

Buenas yo soy una persona que no suelo poner cinco estrellas porque pienso que la perfección no existe, en este hotel me han hecho sentir como en casa por eso le puesto cinco estrellas todo asido estupendo, las camas estupendas. Para todas las personas que trabajan en el hotel un fuerte abrazo. Y para su directora gracias por todo.

Casa palacio del siglo XVII, perfectamente restaurada y decorada con mucho mimo por lo que han conseguido un ambiente muy acogedor y agradable. La limpieza es perfecta. El servicio es fantástico, muy amable y siempre con una sonrisa (cosa muy importante). Paloma , su propietaria y gerente es el ALMA y engranaje perfecto del hotel . MUY RECOMENDABLE!!!