Taró Restaurante en Málaga

Comida buena Me tomé un vino blanco y otro tinto, cada uno cinco euros y DOS DEDOS de vino en cada copa. No hay que racanear tanto. Ahora resulta que la poca cantidad de vino, es para darle mas sabor a los platos..jeje Perdonen , es que no me estaba chupando el dedo... De ser así, muy bien , pues tan fácil como en vez de cobrar por cada vino cinco euros, cobrar tres euros y ni siquiera

Se trata de un restaurante de unas 9 mesas en el interior y un reservado, también disponen de mesas en la terraza. Hemos pedido ensaladilla rusa, pulpo en temperatura y la presa ibérica. La ensaladilla estaba bastante buena porque la mayonesa tiene un sabor potente, el pulpo tenia un toque de especias que le dan un sabor innovador, y la presa muy suave. Hubiese preferido unas patatas diferentes con la presa, al leerlas esperas algo así como unas papas arrugás, porque las patatas gajos se repetían con el pulpo y nos pareció que estaban poco hechas. De postre la tarta de queso, que estaba bastante buena con un sabor intenso sin ser pesado y el yogur que viene muy cremoso casi helado, fue muy refrescante. La atención por parte de los camareros excepcional, haciendo cambios de platos y cubiertos con cada pase, atentos a que no hubiera nada en mesa que sobrase.

Anoche estuvimos con la familia, el sitio es súper bonito y acogedor, el personal muy atento y amable y la comida ESPECTACULAR!! El tartar de atún, la sobrasada, la ensaladilla rusa… impresionante todo. Volveremos sin duda.

Hemos estado esta noche cenando como otras veces y todo espectacular,he de decir que el vino está súper caro,el precio del vino es lo que nos ha echado para atrás ,más de treinta euros la botella, sea el vino que sea,si los precios del vino estuvieran como el resto de Málaga sería un10

Fui anoche por primera vez y me sorprendió tanto la calidad de la comida como la atención del personal, no puedo tener pega ninguna sobre la cena. Sin duda lo recomiendo

Producto de calidad y bien elaborado

Ambiente relajado y agradable, la atención al cliente perfecta, todo lo que pedimos de excelente calidad, muy buena experiencia, sin duda volveremos.

Hemos comido un grupo de seis personas, compartiendo varios entrantes, y tomando varios platos principales y postres. Mi favorito, la vestresca (recomendación de la casa muy oportuna). Además tomamos ensaladilla y el tartar de salchichón, una sobrasada muy muy buena, y otros tomaron tartar de atún. Los postres también estuvieron bien. No recuerdo el nombre del que tomé yo, recomendación también (en las fotos el que está en copa). Está bien el sitio. Un 4,5/5 sería la calificación adecuada (septiembre 2025).

El recibimiento en el local fue desconcertante. Reservé dos horas antes mesa en la sala para cuatro y comuniqué que estaba en la playa de San Andrés y que llegaría puntual. Cuando llegué con mi familia con sillas y sombrillas me dijeron que no podía entrar así. Lo primero fue intentar negar que hubiera reserva, ya que no aparecía mi nombre. Cuando le enseñé el comprobante de la reserva con mi mail y mi número de tfno, insistió en que no había nombre. Le comuniqué mi nombre y comprobaron que había reserva con mi mail y teléfono y les pregunté que si podía entrar o no. Al final, mi señora propuso sentarnos en la terraza y se solucionó el problema y aunque pasamos calor, estuvimos cómodos. Nadie nos dió una explicación, pero estaba claro que, viniendo del la playa, en sala no se puede entrar, y eso no aparece a la hora de reservar. Por lo demás, como a mi me gusta, una carta no muy extensa pero exquisita y para que pueda comer todo el mundo. La relación precio calidad bastante buena. El servicio, una vez resuelto el incidente, normal. Por el trato a la entrada, no puedo dar el cinco.

El lugar destaca entre el resto de bares de su zona con una decoración bonita y un trato correcto, aunque no brillante. La comida es bastante buena, con una cocina de proximidad y una amplia selección de vinos de la zona, donde pudimos probar la versión tinta del vino "la raspa". Destacar sus croquetas de gambas al pilpil y las alcachofas confitadas. El tartar y el pulpo buenos, pero sin más. Una pega es que no disponen de postres caseros, aunque los que tienen de locales externos son de gran calidad.