Solo tomé un café la última mañana de mi estancia en Vigo. Lo había visto los días anteriores pero no me decidí nunca a ir. El café estaba muy bueno, además me puso el dueño una porra de las que te ponen gratis con el café en esa ciudad. El señor me atendió muy amablemente y el baño estaba limpio. Muy recomendable.