Tapería a de Maris en Ribeira

Estuvimos uno de nuestros días de vacaciones por la zona, antes de bajar a la playa que está justo en frente y la experiencia fue estupenda. Un servicio de 10 y la comida buenísima; Nos aconsejaron un vino buenísimo. Además tienen un parque de bolas interior, que si vais con niños es un gran aliciente. Totalmente recomendable.

Un lugar muy tranquilo con unas buenas vistas,poder tomar algo dejando los hijos jugando ai,excelente para niñ@s🥰

Lo encontramos por casualidad al pasar por aqui y ver las imágenes que había de otros visitantes de las comidas.La verdad es que la comida está estupenda,hemos estado dos días en nuestras vacaciones y los dos días nos hemos pedido xoubas,estaban fresquisimas y muy ricas,las zamburiñas especiales,al igual que los pimientós de piquillo con relleno de centolla,es un sitio para comer algo especial y al mismo tiempo un buen bocadillo como los de toda la vida o cualquier tosta que también estaban riquísimas.Aparte de la comida nos ha encantado el trato de sus camareros,un hombre que parece el jefe super amable y con muy buen trato y una chica joven con mucha experiencia y súper simpática. Además los peques se lo pasaron en grande con el gigante parque de bolas que tienen en su interior!!Repetiremos el año que viene sin lugar a dudas!!

Un sitio donde se come espectacular, no podría elegir un solo plato. Además, la atención es siempre impecable. Sitio con terraza con vistas al mar. Parada obligatoria si se quiere comer bien en Ribeira.

Buena calidad precio y muy buena atención por parte del personal. Lugar recomendado.

Servicio impecable y la comida muy buena. Aunque la ración de pulpo algo pequeña, los calamares excepcionales y los pimientos rellenos de congrio buenísimos. Los postres caseros también excepcionales. Tomamos tarta de queso y brownie. La ubicación sería un 10 si no tuviese los contenedores de basura enfrente.

Los mejores bocadillos y tapas de Ribeira y ni que decir del servicio, excelente personal. La camarera es la alegría en persona y el camarero un gran profesional.

Personal super amable y atento. Los calamares estaban riquísimos y los pimientos que me sugirieron también muy buenos.

No llegamos a entrar. Día laborable, cerca de las 15 horas. Llegamos sin reserva, prácticamente el local a medias, se pregunta si se puede comer y la respuesta es sin reserva nada, la cocina ya no da para más. Otra vez será.

Tomé unos calamares que estaban súper buenos.