Tabula Rasa en Alicante

Excelente restaurante. Comida española con algunos toques de autor aquí y allá.

Esta es la segunda vez que disfrutamos de una comida en Tabula Rasa y, una vez más, no nos decepcionó. La comida estaba deliciosa, las combinaciones eran sorprendentes, pero realmente funcionaban. El maridaje de vinos fue igual de bueno. El personal fue atento y amable. Esto se está convirtiendo en una tradición. Sin duda, volveremos.

Visitamos Tabula Rasa y vivimos una auténtica experiencia gastronómica. Si buscas algo realmente único para almorzar, no dejes de visitar este lugar. Los sabores son simplemente increíbles, y cada plato sorprende por su ingenio y sus combinaciones originales. La cocina es excepcional, y el acompañamiento del chef hace que la experiencia sea aún más memorable. Lo recomiendo encarecidamente: es un lugar donde la comida se convierte en arte.

Amalgama de platos, vinos y buen trato como para repetir sin dudarlo.

Fuimos a cenar y la experiencia fue impecable de principio a fin. Desde el primer momento, el equipo se mostró atento y amable, y el trato de David y su compañera fue de 10: cercanos, profesionales y con una atención que marca la diferencia. El ambiente del restaurante es cálido y acogedor, ideal para disfrutar sin prisas. La comida destaca por su presentación cuidada y por el equilibrio entre sabores tradicionales y toques creativos. Cada plato refleja dedicación y gusto por los detalles. En definitiva, una experiencia excelente. Tabula Rasa no solo ofrece buena gastronomía, sino también un servicio que hace que quieras volver.

Platos deliciosos, de alta calidad y con una presentación impecable. Servicio muy amable.

Miu por encima de las expectativas. Menú cerrado.

Comida de primera calidad y servicio excelente, volveremos seguro!!

Disfrutamos de una comida en este restaurante con menú cerrado y fue una experiencia excelente: cada plato destacó por su calidad, frescura y cuidada presentación, logrando un equilibrio perfecto para compartir en pareja. El ambiente acogedor y tranquilo hizo que el momento resultara aún más especial, y la atención del personal, siempre amable y atenta, completó una experiencia que sin duda queremos repetir.

Emoción, solvencia, platos muy conseguidos y un excelente trato, de esos que dejan huella y un hueco indeleble en el corazón. La formidable materia prima está en la mesa y en el ambiente, que hace inolvidable un equipo solidario, al servicio del disfrute del comensal. Merecen más reconocimiento, que llegará, y provocan la necesidad de regresar a cada nuevo menú que ideen, con tanto pulso como mano maestría y producto. Juan Paulo y Ángela, en sala, son enormes profesionales. Grandes, singulares, próximos, logran realzar, hasta la excelencia, una experiencia que hay que vivir. Y compartir. Contamos ya las horas para volver a pisar una casa y una propuesta imponente y deslumbrante si se tiene sentido y sentidos. Un abrazo desde Suiza y el País Vasco. En estos tiempos, en lo que no es fácil repartir felicidad ni verdad, derrochan talento, hasta resultar una visita obligada en Alicante. Sin imposturas ni cejas altas: se trata de ir y disfrutar. Mucho.