Taberna Valhalla en Rubí

Las tapas rápidas..... las croquetas pasadas!! Los chipirones con alioli pedimos limon y trajeron lima! Los segundos platos mis aco.pañantes pidieron parrillada (fria para lo que tuvimos que esperar! ) el secreto a pesar de pedirlo muy muy echo crudo!! Pedimos una piedra porque si pediamos que lo pasaran mas..... si ya estaba negro y frío.... pots contá! Las guarniciones (patata al caliu? Al microondas!! Y la verdura? Hervida? En serio?? Que aberración!! En fin.... recomendé este sitio a mi familia de Barcelona dejándolo de la hostia!! Y zasca me la lleve yo!! Muy mala experiencia!! Ah!! Y como souvenir me quede con el pomo de la puerta del baño!! En fin. Por Santo Tomás!! Que por aquí no vuelvo mas!!

La carne, ESPECTACULAR, y a muy buen precio. El sitio, feo, con iluminación no anticuada.... Lo siguiente. Pero la calidad de los platos lo compensa

La comida rica y la atención correcta. El restaurante està desangelado, le falta ambientación, decoración, no sé. Però la Carne buena buena!!

Hoy he ido por primera vez la verdad que hemos comido bien,hemos pasado un día bueno y la camarera Marina un encanto,sabe tratar muy bien a los clientes.

Todo muy bueno es un sitio para repetir

Me encanta, las carnes buenísimas, las patatas valhalla tremendas. Todo de alta calidad. Hoy voy por tercera vez

La comida es de 10 el entrecot estaba espectacular ,los nachos y las bravas excelentes , lo peor por poner una pega , mucho ruido en el ambiente , apenas nos escuchábamos, pero bueno , lo recomiendo , para lo que comimos , salió muy bien de precio

Visitamos Taberna Valhala con bastantes ganas tras leer varias recomendaciones, y si bien la experiencia no fue mala, hay varios puntos que, desde una mirada profesional, creo que podrían mejorarse para elevar el nivel general del restaurante. Empezando por la comida, pedimos torreznos, berenjenas con miel y los raviolis de rabo de toro. Los torreznos fueron, sin duda, lo mejor de los entrantes: crujientes, sabrosos y en su punto. Sin embargo, las berenjenas resultaron bastante insípidas. Les faltaba sal y el toque de miel era casi imperceptible, lo cual las hacía algo sosas en conjunto. En cuanto a los raviolis, la idea es buena y la carne estaba bien cocinada, pero llegaron fríos, lo que les restó bastante. Además, la supuesta “salsa trufada” era más bien una mezcla de aceite con triturado de setas y trufa, pero no era una salsa, lo que daba la sensación de poca elaboración. Una salsa más trabajada y cremosa habría elevado notablemente el plato. La carne principal estaba sabrosa, la parrilla era muy mona y pequeña lo cual es ideal para las mesas, aunque la plancha desprendía un resto de carbonilla negra que se pegaba a la carne y, francamente, eso desluce bastante la presentación y la experiencia Los postres eran generosos y estaban buenos, pero un tanto desequilibrados. Mucha Nutella, mucha crema de pistacho (que sabía más a chocolate blanco que a pistacho en sí)… todo muy goloso pero poco refinado. Además, pedí un postre que indicaba venir con helado de vainilla, y me lo sirvieron con un pegote de nata de spray encima, sin previo aviso. Al preguntar por el helado, me informaron que se había terminado y que lo habían sustituido por nata. Entiendo que puede pasar, pero habría agradecido que lo dijeran antes de servirlo. En cuanto al servicio, es quizá lo que más necesita revisión. El personal era joven, amable y con buena actitud, pero claramente les falta formación y dirección. La terraza estuvo durante largos ratos sin presencia de camareros, y cuando querías pedir algo parecía que interrumpías, simplemente porque no había a quién acudir. Hubo varios errores de tiempos: nos ofrecieron postres y cafés cuando aún no habíamos recibido el plato principal, y al final resultó que tampoco funcionaba la cafetera. El local muy estilo vikingo no es, de hecho el nombre y algunos platos pero hubiera estado bien que estuviera más ambientado, la música, la decoración, etc, la terraza es muy simple aunque se estaba a gusto No quiero que esto se entienda como una crítica destructiva, todo lo contrario. Se nota que hay intención y que el ambiente es agradable, pero con algunos ajustes podrían mejorar muchísimo la experiencia del cliente. Mi consejo sería incorporar a alguien con experiencia en sala que pueda guiar al equipo joven y ayudar a profesionalizar el servicio. Bastaría con un poco más de organización, comunicación interna y alguien en el pase que asegure la atención al detalle en los platos y coentrole los tiempos, para convertir esta taberna en un sitio al que volver y recomendar sin dudar.

Steck Tartar sensacional, sin mostaza ni alcaparras y con yema de huevo. Los demás platos estan correctos. El ambiente vikingo brilla por su ausencia es un restaurante sencillo de carne a la brasa. Ni Hidromiel vas a encontrar. Una pena Nivel de precios bastante elevado a nuestro entender, especialmente el postre. Un donut con crema de pistacho y nutella 9€, nos pareció demasiado. Zona de fácil aparcamiento. Por el Steck Tartar vale la pena repetir.

Muy buena atención por parte del personal. Comida muy rica, tuvieron en corta de traerme mi plato con la entraña cortada porque tengo un brazo inmovilizado por un accidente. Los tequeños de entrante se nota que son caseros y están muy buenos. Las tartas de queso muy buenas también. Un buen sitio para cenar o comer 😁