21/11/2024: Que decir de un Parador Nacional. Habitaciones limpias, cómodas y con un toque antiguo pero acogedor. El servicio en todos los aspectos, es muy profesional y amable. Me quedé a cenar porque tanto el ambiente como la comida era buenísima. Te sientes confortable en todo momento de la estancia. El buffet del desayuno es abundante, con gran variedad y calidad excelente. La localización es perfecta. Volveré seguro ñ, cada vez que visite Teruel.
13/11/2024: El Parador de Teruel es una joya que combina la elegancia inspirada en el Arte mudéjar con la serenidad de un entorno tranquilo, brindando a sus huéspedes una experiencia única que evoca el pasado y celebra la cultura aragonesa. Ubicado a las afueras de la ciudad, este parador permite disfrutar de una estancia relajante, rodeada de jardines y espacios abiertos que invitan al descanso.
El edificio refleja un diseño inspirado en el estilo mudéjar, característico de Teruel, con arcos de ladrillo, techos decorados y detalles que transportan a épocas medievales. Las habitaciones están decoradas con un toque clásico, manteniendo el estilo de los paradores, pero con todas las comodidades modernas.
Carrilleras: En el primer plato tenemos carrilleras, una carne exquisita que destaca por su terneza y su intenso sabor cuando se cocina a fuego lento. Las carrilleras están bañadas en una salsa rica espesa y reducida para concentrar sus sabores. La presentación es elegante, decorada con microvegetales y pétalos de flores, lo cual le da un toque fresco y moderno al plato. Esta elección de guarnición aporta un contraste de textura y color que complementa la suavidad de la carne. Las carrilleras, al estar cocidas hasta alcanzar una ternura óptima, ofrecen una experiencia melosa y sabrosa en cada bocado, perfecta para quienes buscan un plato reconfortante y lleno de carácter.
2. Paletilla de Ternasco: En el segundo plato se presenta la paletilla de ternasco, un clásico de la gastronomía aragonesa. La carne, asada hasta lograr una capa exterior dorada y crujiente, mantiene su jugosidad interna, lo que resalta el sabor característico del ternasco. Está acompañada de vegetales asados, que añaden complejidad y equilibrio al plato, absorbiendo parte de los jugos de la carne y de la salsa. La disposición en el plato es robusta y rústica, un reflejo de la autenticidad de esta receta. La salsa es densa y glaseada, aportando un toque final que redondea el plato con una sensación umami que impregna cada bocado. Es una elección ideal para disfrutar de un plato tradicional con un toque sofisticado.