Son Rojo Bar en Granada

Estaba cómo loco por venir después de ver mil tick tok de este local,las croquetas muy ricas la verdad,y la tortilla de patatas genial, había poca gente aún porque era temprano,el camarero era agradable pero poco atento no te llevaba las bebidas a la mesa y tampoco se preocuba mucho por si querías llenar en los videos vi una atención y un ambiente que te animaba a ir pero yo no vi nada de eso pero la comida valio la pena espero la próxima visita cumpla las expectativas.

Fuimos a.tomar una cervezas y me.encsnto.Tapas riquísimas y trato fantástico.

No se si conocéis a Libertad, la amiga bajita de Mafalda. Pues bien, a Libertad le gustan las cosas simples, las personas simples. Este bar le encantaría a Libertad. A mí también me gustó. Se llama rojo y es rojo. Todo bien. Las tapas "gratis" que ponen con la bebida están francamente buenas. Vale que, de "gratis", no tienen nada. Puesto que están bien cobradas en el importe de la bebida en cuestión pero vamos, que esto es un negocio y no un comedor social. Que quieran ganar dinero con el desarrollo de su actividad entra dentro de lo razonable. La cocina está a la vista y ver a la cocinera pelando patatas y preparando una de las mejores tortillas que he probado nunca, como tapa en ningún bar no tiene nombre. Bueno, si que lo tiene, autenticidad. El camarero te mira como si te odiara fuerte y, en cualquier momento, te fuera a arrancar el corazón y morderlo. Lo cual, que duda cabe, le añade un puntito de aventura a la visita. Un sitio chulo. ¡Que buena la tortilla! ¡Y las croquetas! ¡Y las bravas!

Este es un sitio genial, casi enfrente de nuestro hotel Casa de Reyes (que recomendamos como experiencia). El Bar Rojo es un bar pequeño con una carta de tapas estupenda y la comida estaba buenísima. El personal, solo dos personas, fue amable y nos dio un buen servicio. Fuimos por la tarde, cuando las tapas son gratis con las bebidas, pero también pedimos comida porque teníamos mucha hambre después de un largo viaje. Pasamos por allí por la noche y lo encontramos lleno de gente local. Así que os lo recomendamos si tenéis oportunidad. Por cierto, no os paséis de la raya, ¡las raciones son abundantes!

Estuvimos al mediodía de tapeo. Nos tomamos dos cervezas y sus correspondientes tapas. La primera de tortilla y la segunda una croqueta de espinacas, ambas muy ricas. Local pequeño, pero muy coqueto.

Hemos ido porque ya lo había visto varias veces en redes por la hija de la dueña del local. Cerveza fresquita y, de tapa, tortilla de patatas muy buena. Volveremos porque teníamos reserva en el Botánico y sólo hemos tomado la primera

Excelente relación calidad precio. Comida casera y un ambiente agradable con un toque bohemio. Recomendable

Deseo ser objetivo y criticar constructivamente este local.La comida que ofrece la Sra Carmen es muy buena y solo puedo opinar de la tortilla ,que a pesar de estar jugosa la aprecié un poquito sosa.Las croquetas las esperaba máscremosas pero estuvieron aceptables,y las albóndigas si me parecieron muy ricas.El servicio de cocina es muy rápido y la tapa no tarda en recibirla.El camarero se nota que lleva poco tiempo y no ha pisado un bar en ese puesto en su vida ,pero todo el mundo necesita una oportunidad y aplaudo a Carmen por ello. El local es pequeñito donde pasas una calor muy grande y quizá se debería de quitar esos focos de luz que caen en la barra y te pega directo a la cabeza.El aire acondicionado no se aprecia y nos tuvimos que marchar por este detalle .Carmen tan solo te doy mi opinión para mejorar y no pretendo sembrar con ella ninguna Cátedra pero no estuvimos a gusto por el calor que hace en el local a pesar que el ambiente es muy bueno.Y a ti Carmen se te ve cansada , agotada y eso afecta al carácter ,no se quizá deberías tener ayuda en la cocina

Excelente bar de tapas y raciones en el centro de Granada. Comida casera y muy bien elaborada. Relación calidad-precio excelente. 5 cañas, 3 vermuts, 1/2 ración de sardinas marinada con tomate y aguacate, 1/2 de callos y 1/2 de revuelto de bacalao, 50 €. Laa medias raciones abundantes y cada consumición con su buena tapa. No lo dudéis: es un buen sitio. Atentos y rápidos en el servicio.

La verdad es que tenia mucha ilusión en visitar este bar y me ha dejado indiferente. Lugar pequeño, antiguo y dentro de todo muy normal. Hemos pedido dos vinos semidulces y nos han puesto un vino que en el Lidl venden la botella a 2 euros y nos han cobrado por cada copa 3,75 euros. La tapa un trocito de torilla , casera eso si, pero normal, sin mas. La verdad es que me ha decepcionado.-