Sollo en Fuengirola

Gran experiencia. Es una lástima que el dueño/chef estuviera ocupado con otras cosas. Un poco caro comparado con otros establecimientos de 1 estrella, pero aun así nos alegramos de haber ido.

Sollo es mucho más que un restaurante: es un viaje sensorial. Desde el momento en que entras, la atmósfera te envuelve con elegancia y calma. Cada plato es una obra de arte, visual y gustativamente impecable, con sabores que sorprenden y emocionan. La filosofía sostenible del chef Diego Gallegos, basada en el río y el esturión, se percibe en cada detalle y añade un valor único a la experiencia. El servicio es excepcional: cercano, atento y perfectamente sincronizado. Sin duda, un imprescindible para quienes buscan alta cocina en la Costa del Sol. Sin olvidar la gran recomendación que nos hizo el sommelier Pablo , la verdad que acertó con el vino , un espectáculo

Simplemente quería compartir que nuestra experiencia con Sollo Restaurante fue increíble. Se desvivieron por complacernos y es muy reconfortante. Muchísimas gracias al equipo de servicio. Espero que disfruten de su experiencia.

Increíble 🤩 Restaurante de primera categoría Michelin con muy buena relación calidad precio, tanto por la comida como por el maridaje.

Sabores limpios y frescos en un entorno precioso. Sin lujos, solo productos de calidad y de origen sostenible, y una cocina exquisita, elegante y deliciosa. Cada plato, presentado con esmero por un miembro del equipo de cocina. El servicio de recepción también fue impecable. Este menú no te dejará con la sensación de saciedad ni agobio que pueden sentir otros menús degustación. Perfectamente equilibrado. Disfruté de cada bocado.

Una experiencia increíble. La creatividad de los platos y como los sabores juegan en conjunto y armonía en cada uno de ellos es sublime. Vale absolutamente cada centavo. El equipo es muy atento, servicio perfecto. Es la experiencia que esperarías de un restaurante Michelin. Se merecen más estrellas!

Calidad que esperas de un restaurante con estrella Michelin. Los puntos extra se destinan al uso innovador de pescado y huevas en todo el menú, ¡ciertamente diferente y algo para recordar! El único punto negativo en las sillas que parecen elegantes pero no son muy cómodas para sentarse.

Una experiencia magnífica, el sitio, el servicio y sobretodo el menú, aparte de que me gusta el pescado, es una explosión de sabores gracias al mago Diego Gallego y su magnífico equipo.

La comida es fabulosa. Diferentes sabores de pescado que serán recordados por todos. El restaurante es único en sus platos.

Como dos parejas que viajan mucho, nos gusta disfrutar de un restaurante de estrellas Michelin una o dos veces al año. Nos quedamos muy decepcionados con este restaurante. No había bienvenida amable cuando llegamos. Nos mostraron a nuestra mesa desnuda en un ambiente estéril, sin carácter. Bebimos agua durante los primeros 25 minutos, cuando finalmente tuvimos que pedir la carta de vinos para que la pelota rodara. Es un menú degustación a 170 euros la cabeza. Llegó el primer plato, wow, increíble, excelente comida, cámaras parpadeando, emoción por todas partes. Sin que lo supiéramos, el tema de la noche fue Esturión y caviar. . Claro, cada plato presentado se veía increíble, y justificaba una foto cada vez... sin embargo, a medida que llegaban los platos, tendían a perder su factor sorpresa, carentes de la fusión de sabores que una vez se espera en un restaurante con estrella Michelin. Tuve que pedir que nos limpiaran la mesa de platos usados y migas de pan, etc. . el restaurante estaba frío, mi compañera se mantuvo la chaqueta puesta durante todo el tiempo, sí que era una noche fría en España, pero un calentador de algún tipo no se habría extraviado... El personal estaba nervioso, y parecía sin timón, sin ninguna persona en particular dirigiendo el barco. Nuestro restaurante de estrellas Michelin el año pasado fue un restaurante turco en Irlanda, que nos costó 1000 euros por 4 . Si bien nuestra factura llegó a 803 euros aquí, me temo que fue una gran decepción. No recomendaría.