Me ha gustado. Tanto que volveré. Hemos ideado un buen amigo y yo para cenar y ya me había hablado varias veces de este local.
Sitio tranquilo, con buena carta y muy buena bodega. Me ha sorprendido gratamente.
Recalco la atención, profesionalidad y simpatía de la camarera. No recuerdo su nombre, pero tenía el pelo cortito.
Respecto a la comida, no han sacado unas alitas con salsa gentileza de la casa y estaban muy ricas. Después, hemos continuado con una ensalada César, y he de decir, que es de las más ricas que he probado. Llevaba el parmesano triturado en la salsa. Riquísimo!!
Y hemos terminado con la joya de la corona.
Un chuletón de 1kg. Todo un espectáculo de sabor.
Sin duda, un lugar para volver.