23/03/2024: ¡Debo decir que este lugar indio es genial! La comida estaba tan rica, como una fiesta en mi boca. La gente allí fue súper amable y me hizo sentir como un VIP. Además, la vista era espectacular. Definitivamente mi lugar favorito para los bocadillos indios, sin duda, ¡sin duda el mejor de la ciudad! Definitivamente regresaré a este lugar. ¡Muchas gracias!
18/03/2024: Pedimos unos entrantes: dos samosa de verduras y dos de carne, y coliflor rebozada. Íbamos a pedir papadum, pero nos indicaron que lo ponían siempre como servicio de la casa.
El papadum, una oblea fina y crujiente de harina de lenteja que se sirve con tres acompañamientos, normalmente salsa de yogur con menta, salsa de mango y una picada de cebolla con especias. El Papadum de los más sabrosos que recuerdo. No necesitaba más para poder estar comiendo uno detrás de otro como si fueran pipas, muy rico. Las salsas también rica, en especial la de mango y la de yogur y menta. El picado de cebolla especiada no lo hemos disfrutado, pues estaba muy picante.
Tras esto trajeron las samosas y la coliflor rebozada. Las samosas de carne y de verdura, ambas con el relleno muy picado, una masa donde no se diferenciaba lo que llevaba y quizá la de carne algo seca para mi gusto. Hasta ahora las de verdura las había tomado que era más una empanadilla de pisto, aún se reconocían los trozos de las verduras. La masa no tan parecida a la masa de empanadillas como en muchos sitios, más parecido a una pasta brisa. No nos desagradó, aunque probaremos otras cosas la próxima vez. Las de carne suaves, las de verdura se notaba algo sentidas, pero no demasiado. La coliflor rebozada fue vista y no vista. Muy buen, muy bien rebozada y nada picante.
Para comer pedimos dos platos de arroz con anacardos (en la carta nos pareció entender que era de nueces) , un naan con queso y uno con coco y un plato de korma con pollo y otro de badam con ternera. Inicialmente nos pedimos un solo plato de arroz, pero es poco.
El arroz con anacardos nos gusto bastante. Es básicamente el arroz basmati con unas hierbas especias y anacardos partidos. Posiblemente sea uno de nuestros arroces de referencia en este restaurante.
La salsa korma es una salsa con coco y nata, la pedimos suave, nos gusta el sabor especiado pero toleramos poco el picante, normalmente la tomamos en casa con salsas ya preparadas y ahí tienes que jugar con la nata o el coco para rebajar el picante, pero esta la trajeron como nos gusta. Te traen un pequeño hornillo de vela para que se mantenga caliente. El pollo tierno.
La salsa badam es muy similar a la korma pero algo más ácida. Posiblemente si me pusieran las dos juntas no sabría diferenciarlas, lo único la presencia de almendras en esta última, pero no quisieron “experimentar” más pues tienes una variedad muy amplia, más de una página A4 de salsas diferentes con indicaciones de si la pueden servir suave, medio picante o picante, y de los ingredientes que lleva. Todas las salsas las puedes pedir con pollo, ternera, cordero o gambas. Este lo pedimos con ternera, y se deshacía en la boca.
Los naan es algo que no falta cuando vamos a un hindú. Esta vez pedimos de coco y de queso. El de queso lo encontré jugoso, pero falto de sabor a queso. Por contra el de coco se va a convertir en un fijo, estaba muy rico y con un sabor intenso a coco.
Cuando pedimos, al solo pedir dos platos de salsa en vez de cuatro como íbamos y un solo arroz nos comentaron que igual era poco, pero con el plato añadido de arroz que finalmente se quedó medio salimos muy bien, de hecho no pedimos ningún postre.
Con un agua grande y tres refrescos 52€ muy buena relación calidad precio. Repetiremos seguro pues la calidad de la comida nos ha parecido muy buena con respecto a los que hemos probado y los platos, especialmente los fritos que probamos como las samosas o el naan salían muy bien.
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