Sidreria Sobiganu en Gijón

Toda la comida estaba espectacular, de principio a fin. Pedimos varias cosas para compartir y no hubo ni un plato que flojeara. El sitio tiene ese rollo de sidrería auténtica, con ambiente animado y gente disfrutando, pero sin agobios. El servicio fue rápido y muy majo, siempre atentos. Es de esos sitios donde sales con la sensación de haber comido de verdad, bien y a gusto. Sin duda, para repetir.

Una sidreria genial, buen ambiente, buena comida, personal genial...

Compartimos un rato en la terraza, aunque el clima no acompañaba, destacar el camarero Sergio, rapido y atento,nos hizo el rato ameno y cuidó todo detalle. Un placer volver siempre. 🤗

No es un cinco pq casi no cambiamos en las mesas y es un poco incómodo pero la comida muy rica, caro pero rico

Buenas parrilla en el barrio de punarin ,tienen una gran variedad de carnes y pescados ,como un menú de arroz muy bueno también ,por un pego demasiado ruido ..recomendado 💯

Buena comida pero creo que las raciones son justas para el precio.

Todo muy rico y cantidades adecuadas, tienen un comedor interior que está muy bien para grupos grandes

¡ Oh, vuesta merced! Prestad oído a la aventura gastronómica que vivieron estos hidalgos en la ilustre villa de Xixon, precisamente en la morada del buen yantar conocida como Sidreria Sobiñagu. Sea esta crónica breve y gozosa, para solaz del espíritu. Apenas cruzamos el umbral, fuimos recibidos con tal presteza y donaire por sus servidores que parecían elfos del servicio, de tan rápidos y atentos que eran. ¡ Cosa digna de elogio ! El primer plato de jamón iberico que, por su aroma y textura ,bien podríamos decir que era un manjar extraído de la mesa de los mismísimos dioses del Olimpo. Luego , sin pausa ni espera , llegaron unas Gambas a la plancha , cuyo sabor a sal y yodo evocaba de inmediato el cercano y bravo Mar Cantábrico. ¡ Pura esencia marina en el paladar ! Más la joya , la estrella principal de esta gesta culinaria ,fue un opulento Arroz con Bugre. ¡ Oh, bendito arroz! De grano bien templado y un bogavante que coronada la paella como un rey en su trono , henchido de sabor y sustancia. Dicho plato fue devorado con la diligencia y el fervor que solo un verdadero caballero puede dedicar a la buena comida. Para rematar tal festín, llegaron los postres ; unos ligeros Frisuelos rellenos y la venerable Tarta de la Abuela , que si bien era aceptable y cumplidora ,no hizo sombra al fastos del plato principal. Un fuerte café solo puso el punto final a la contienda. Así, con el estomago contento y el alma en paz, nos retiramos de la.Sidreria Sobiñagu, sintiéndonos auténticos caballeros , saciados y gloriosos, listos para cabalgar ,o al menos pasear, por la senda del paseo marítimo. ¡ Vivan los buenos manjares y el servicio sin par !

Un buen sitio para comer , servicio muy bueno,rápido, comimos un menú de 78 euros para dos personas. Un plato de jamón ibérico, unas gambas a la plancha y un arroz con bugre todo esto excelente, los postres normales los he comido mejores, uno frisuelos de nata con chocolate y tarta de la abuela

Sidrería donde la comida está muy bien así como la atención de los camareros. Cominos cachopo asturiano (muy bueno), pulpo a la plancha, patatas ali oli y dos tipos de tortos, unos con queso de cabra y otros con picadillo. Todo muy bueno. Además está en una zona a la que se llega bien desde la autovía y no hubo problemas para encontrar aparcamiento cerca.