28/07/2025: Una maravilla de sitio. Se lo recomiendo a todo el mundo. Cocina casera al 100%.El camarero muy atento. Nos marchamos muy contentos de este lugar. Volveremos😉
25/07/2025: Voy a intentar directo al grano, aunque el comentario será largo.
El servicio excelente, cercano y rápido. La calidad del servicio está a la altura de los platos. Así que vayamos a hablar de los platos que no pedimos.
Probamos las croquetas de bacon y parmesano y las de compango. Había leído buenas valoraciones de las primeras y merecen la pena, eso es cierto. Pero las croquetas de compango son otra liga. Saben realmente a compango, nada de encontrarse trozos de chorizo, morcilla o tocino en una bechamel pero sin personalidad, nada de eso. Es como tener un bocado de compango de verdad, pero con la característica de las croquetas de ser crujientes por fuera y muy suaves por dentro. Y lo dice alguien que no siente fascinación por el pote ni la fabada. Pero son unas croquetas que hay que probar.
El rabo de toro al vino es otro punto a favor. La salsa muy conseguida que impregna la carne, seguramente por haber sido reducida tras una larga cocción.
Tengo que hacer referencia explícita al cachopo vegetal o de calabacín. No es una opción estrictamente vegana, pues lleva jamón, queso y huevo. Pero si os gustan los platos de temporada que utilizan la hortaliza del momento, es una buena opción. El calabacín queda entero, pero en absoluto crudo. Vaya, que mantiene cuerpo pero no da la sensación de estar poco hecho. Un punto que debe ser difícil de conseguir. El rebozado del calabacín, si sois de Navarra o de la Rioja, os puede recordar al rebozado de la penca, da sabor y suavidad. Rematado con una ligera capa de pisto por encima que termina de elaborar el plato. Soy partidario de la carne, pero el cachopo vegetal hay que probarlo.
Y voy a terminar hablando de los postres. Probamos el arroz con leche requemado, la tarta de queso y la tarta de la abuela.
Empiezo por la tarta de la abuela. Tiene un marcado sabor a chocolate. Nada malo. De las tartas de la abuela con sabor más intenso que he probado. Yo llegaría a decir que es un postre ideal para los niños. No por desmerecer, porque es una muy buena tarda, pero en mi opinión, es ideal para los niños.
Luego, el arroz con leche requemado merece atención. Receta asturiana como la que más, el requemado superficial sobre el arroz con leche, ofrece un refuerzo del dulzor y un juego de texturas entre el crujiente caramelizado del requemado y la suavidad del arroz con leche. Un arroz con leche que, per se, ya es bueno.
Mención especial para la tarta de queso. A primera vista puede tener apariencia de flan, pero al utilizar la cuchara se hace patente una cremosidad que nada tiene que ver. Y el factor más importante para los amantes de la tarta de queso y del queso: No es la típica tarta que utiliza simplemente queso crema para su elaboración. Puede notarse un sabor a queso de verdad dentro de la cremosidad y dulzor de la tarta, que le da un carácter especial. No sabría decir de qué queso se trata, pero lleva un queso que no es un simple queso fresco o queso crema.
Poco más que añadir. Es un lugar al que ir y repetir.
PD: Reservad mesa, tanto para poder disfrutar de la comida, como por no estar apareciendo cada cinco minutos para comer y que os digan que está completo, porque sabe mal.