Sidrería La Roca en Gijón

Una auténtica sidrería asturiana al estilo antiguo, de esas que creía que habían desaparecido. El único toque moderno eran los pequeños carritos de desbordamiento que usan ahora para evitar que la sidra se caiga al suelo al servirla. Todos los clientes que vimos llevaban su botella de sidra en la mano (incluso los que comían en la sección de restaurante). La sidra en sí era excelente, de las mejores que he probado. Con un sabor intenso a manzana, no era química ni producida en masa. Casi me hace soltar un verso de "Asturias, patria querida" (quizás si hubiera sido un poco más tarde o si hubiéramos bebido más botellas).

Fui con mi pareja, nos comimos un cachopo, buenísimo estaba súper rico. El ambiente es el típico bar de pueblo asique genial, era lo que buscabamos. Lo único que nada más pedir la comida nos pusieron pan sin pedirlo, nos lo cobraron. Pedimos salsas (ketchup y mayonesa) para las patatas que viene con el cachopo e igual nos la cobraron, cosa que nunca hemos visto, pero bueno como lo pedimos pues bueno. Las formas de camarero tampoco fueron las mejores para decirlo. Fui un martes a comer sin reserva y había sitio.

La calidad de la comida es excelente y el trato muy amable. Para gente con alguna alergia, me han dado total confianza y he podido comer sin problema lo que he pedido.

Un sitio normalito para salvar el paso. El menú del día no compensa el precio con la calidad, en mi opinión. No vas a comer mal, pero tampoco es un sitio que te va a marcar. A resaltar la rapidez con la que nos sirvieron y que abren cocina ininterrumpida de 13 a 23 los sábados y domingos

Cenamos un martes sin reserva. Muy buena atención. Pedimos el menú de pescado, elegimos pastel de cabracho y lubina a la espalda. Todo muy bueno. El hombre que nos atendió estuvo muy pendiente de servirnos la sidra.

Cenamos de maravilla, la comida estaba buenísima, nos dejamos aconsejar por el camarero muy amable y salimos muy contentos con la cena

Camareros muy majos comida súper trato espectacular Rápido divino

Acudimos tres amigos un viernes, sin previa reserva, pero nos atendieron igualmente. Pedimos pastel de cabracho, morcilla matachana, fritos de pixin y escalopines al cabrales; de postre tarta tres chocolates. Raciones ricas y abundantes, camareros muy amables y precio más que razonable. Quedamos bastante llenos y muy satisfechos!!

Menu de domingo con tres platos. buen precio, calidad y servicio excelente , para repetir.