Sidrería Gijon en Gijón

Buena comida, casera, camareros pelotas sobre todo encargado Ben servicio, buena comida pero cara.

Visita obligada en Gijón Calidad y muy buen servicio

Un lugar muy recomendable en el que comer. Probamos unos escalopines con una salsa de cabrales muy rica y un guiso de ternera que nos recomendaron aquel día que estaba espectacular. La única pega que le pondría es que el servicio fue algo lento, con mucho tiempo para pedir y sacar los platos, pero después se agilizó.

Un sitio genial para ir a comer. Comida excepcional. Camareros muy atentos y el dueño nos ha dado muchas explicaciones de la sidra y de la comida. Repetiría sin dudas.

La comida estuvo excelente: platos bien preparados, con buen sabor y raciones generosas. El ambiente agradable y el local bien cuidado. Sin embargo, la experiencia se vio empañada por la actitud del sidrero, cuyo trato fue poco profesional y careció de amabilidad. Una lástima, porque el resto de la experiencia gastronómica fue muy positiva. Si mejorasen el servicio, especialmente en la atención al cliente, sería un sitio para recomendar sin dudas.

Gran ambiente y trato, muy buena sidra y bien tratada

Una sidrería con muy buena cocina, platos de siempre y diferentes, para picotear o comer platos más elaborados, carnes, pescados..., calidad/precio. El carpaccio de gamba espectacular, los puerros al natural con sardina ahumada con aliño de tomate y aguacate, ríquisimos o el hígado encebollado (me recuerda al de casa güela)... Sabores exquisitos, que si además van regados de buena sidra, como Prado Y pedregal (que queda al final saborín a manzana), eso sí, bien escanciada, como lo hace Juan Ramón ... Dueños y equipo acompañan el buen hacer... Seguro que vas, vuelves y recomiendas...

Fabes espectaculares. Buen ambiente. Camareros agradables. Sirven muy bien la sidra!

Muy bueno el cachopo y los postres, Nos sirvieron la sidra mientras comíamos

Comimos un domingo de Julio. La atención buena, el local normalito pero con sabor asturiano. No había prácticamente ningún plato de la carta y tuvimos que comer lo que quedaba. Una pena no poder probar otros platos que nos apetecían. En plena temporada alta creo que deberían estar más al tanto de tener producto. Lo que comimos muy rico.