Sidreria Begiris en Zaragoza

Buena comida, sidra variada, mucha gente, el servicio muy bien, muy recomdable.

Comimos muy bien y el camarero Martin nos cuidó de 10 toda la tarde. Gracias!

Por poner un pero, no es un sitio para estar tranquilo. Pero eso es problema mío que odio a la gente. A pesar de haber muchos grupos de amigos, por definición, ruidosos, y estar a tope el local, el servicio y atención de su personal fue excelente, así como la calidad de sus productos. Volvería .

Un sitio mejor aún que lo esperado por las referencias. Gracias por la experiencia con la comida, el ambiente y el buen hacer.

Cocina excelente, ahí he comido los mejores caracoles y muy buenas costillas barbacoa. El servicio es regular, en los menús ofrecen exceso de comida de precio acorde, la carta ofrece 'servicios descatalogados' 🤪 y hay demasiadas reglas. El ambiente también es regular, duros bancos de madera sin respaldo y sin comodidades, ausencia de música, sólo el ruido del griterío.

Lugar perfecto para ir a comer o cenar con amigos. El menú sidrería está buenísimo y con sidra ilimitada. Fuimos un grupo de 9 personas y cenamos de lujo. El servicio súper atento y amable. Volveremos !

Muy buen lugar para compartir y tener un rato de encuentro en familia

Como siempre espectacular, la comida y la atención excelente.

Vengo de comer allí y no puedo estar más conforme, te diría que es la mejor comida de mi vida, nos hemos pedido para 4, un menú que incluye 3 entrantes (primeros ), un segundo para cada uno (Excepto el chuletón, que es para 2) y un postre. Entrantes: Chorizitos a la sidra, Patatas con salsa chimichurri y longaniza y migas con longaniza y panceta, Segundos: Chuletón para 2 y dos solomillos, Postre: Tarta de queso. Estaba todo buenísimo, estaba claro que era un buen restaurante, el menú costaba 34,90 por persona al ser un restaurante buen bueno, y os juro que lo vale y más. Ademas había barriles para que te eches sidra tu mismo, ¡Y es muy divertido!, luego al terminar nos han regalado dos barras de pan, ya que era un pan bueno, y por lo tanto estaba buenísimo, y nos han enseñado las instalaciones, con un poco de la historia del restaurante. RECOMENDADÍSIMO, no os arrepentireís.

Un lugar con encanto, tanto por la atención del personal como por la comida. Nos enseñaron la sidrería y degustamos las sidras. El personal muy amable y atento. Todo de 10