Sideria Galmar en Oviedo

Un bar donde dan comida bastante buena tanto en calidad como cantidad, a buen precio.

Experiencia de 10. Camarero muy amable y servicial, me ofreció opción de medio cachopo para poder probarlo y acabarlo jajaja. Muy buena mezcla la del rulo de cabra con cecina y manzana asada. El picadillo muy bueno, y la sidra perfecta. Muy contentos. Si volvemos a Oviedo, pararemos aquí de nuevo!

Es uno de esos bares suburbanos que fácilmente podrías pasar por alto en la calle, e incluso cuando entras sigue siendo tan anodino que te preguntas si existe. No tiene el brillo o el glamour que un turista exigente esperaría, pero eso, amigos míos, es su encanto. Los vecinos, tratados con extraordinaria amabilidad, se balancean en sus taburetes como si abrazaran a viejos y conocidos amigos, con una naturalidad que sólo se encuentra en lugares tan remotos. ¿Las instalaciones? Oh, ¿quién presta atención? Hay mesas y sillas y hacen lo que se supone que deben hacer. ¿La cerveza? Hace frío y eso es suficiente. Pero el ambiente, la verdadera esencia de este bar, es tan cálido y acogedor que uno se siente tentado a olvidarse de los establecimientos más importantes. La gente se sienta aquí, habla sobre el clima o las últimas noticias del vecindario y, aunque no sucede nada especial, se siente perfecto. Para el turista que anhela lo real, un lugar que sea más que una simple atracción de postal, este es un consejo privilegiado. Simplemente entra, pide una bebida y, antes de que te des cuenta, sentirás que el mundo no es tan complicado como pensabas.

Sidrería 10/10 comida deliciosa, variedad de opciones sin gluten, buen servicio los camareros majísimos, y bien situado.

Sitio agradable con buena terraza. Atención y trato inmejorable y comida casera! Sorprende ver hoy en día patatas fritas caseras en un bar. Precios muy asequibles. Recomiendo!

El dueño muy majo y cercano y la comida rica y a buen precio!!

Pequeño y brillante café/bar no muy lejos del principal centro turístico de Oviedo que merece una visita. Sin duda volveré. Vine un domingo y estaba bastante vacío.