Es la tercera vez que vamos y como siempre cenamos muy bien. La pizza Parmigiana con berenjena espectacular. Probamos el provolone fundido y también estaba muy bueno, acompañado de unas focaccias caseras buenísimas. Además el trato del personal es estupendo!
Comida auténtica italiana, ingredientes de primera con una elaboración artesana y deliciosa.
Expectacilares las pizzas, masa fina y crujiente en horno de leña.
Volveremos seguro.