Ses Forquilles en Maó-Mahón

La comida era muy buena, pero se sirvió demasiado fría. Cuando lo mencionamos al final, los comentarios debían ser constructivos, pero no se tomaron de esa manera y se agradecieron para seguir mejorando. Espero que los próximos clientes obtengan un mejor servicio y comida caliente.

Todo increible, a destacar que la reserva de barra no es en barra sino en contrabarra, y es excesivmente alta. No es cómoda para disfrutar de la comida.

El mejor restaurante en el que hemos comido en Menorca. Sitio muy bonito y cuidado, camareras hiper amables y mención a parte los postres, hacia tiempo que no disfrutaba TANTO. gracias por la experiencia, volveremos en cuanto podamos

Hemos ido con unos amigos, a celebrar dos cumpleaños. El sitio es súper bonito, la terraza es un oasis en el corazón de Maó. El servicio se merece una mención súper especial, muy amables, muy profesionales, muy simpáticos. Un 10! Respecto a la comida una decepción. Pedimos 3 entrantes para compartir, y 4 segundos (uno para cada uno). Los entrantes fueron: - cogollos plancha con hummus de piñones, vinagreta de lima y presa ahumada. - foie a la sal con brioche y chutney de mango. - bao club versión de luxe. Lo mejor los cogollos, el foie correcto, pero es el típico foie micuit (eso si casero) con torraditas. El bao club decepcionante para el precio qué tiene (20 euros), le falta sabor y el deluxe. De segundo pedimos, calamar brasa, lomo bajo de vaca madurado a la brasa y lechona de menorca asada a baja temperatura. El calamar pequeño para el precio y le faltaba un toque de brasa. Al lomo le faltaba sabor y la lechona estaba un poco seca.

Una sopresa (no del todo agradable). Después de ser clientes asiduos cuando estaban en Sa Rovellada de Dalt, al probar la ubicación actual nos hemos encontrado con algo muy diferente a lo que era. El servicio era correcto. La comida estaba bien pero no espectacular (salvo el calamar que estaba gomoso, muy pasado y llegó frío a la mesa, cuando nos quejamos la camarera nos dijo que se lo diría al chef para que “no vuelva a pasar”, se llevaron el plato, lo recalentaron en el micro y unos segundos después volvió a la mesa algo más caliente y algo más gomoso). El precio ha cambiado de forma considerable así como el concepto, ya no tiene nada que ver con una “casa de comidas” como se definen. Además, la visión directa de la cocina puede ser interesante si se ve a los profesionales trabajando, pero también lo que se veía es a uno de los que trabajaba en la cocina enseñado los abdominales a otra trabajadora o viendo como comía el chef.

¡Comida increíble! El detalle del sabor fue increíble. El producto era muy fresco y el personal conocía cada detalle del plato. Vino local encantador y una gran experiencia en general. ¡El postre de limón fue 10/10!

La calidad de la comida es buena pero el servicio es muy lento. Entre que entramos y nos sirvieron el entrante pudieron pasar 45 minutos y del entrante al primero también estuvimos un buen rato. Por lo demás bien, precio elevado para las raciones pero entendemos que es por la buena calidad del producto.

Hemos comido muy bien, platos sorprendentes y un servicio perfecto!!

Platos curiosos y buena elaboración.Destaco el rodaballo a la brasa, realmente excelente. La ensalada de tomates super buena y el tataki de atún también . Los buñuelos de chocolate super!! Muy buen trato por parte de Claudia, volveremos!!

La comida aceptable, pero con muchos altibajos entre platos. Cuidado porque puedes equivocarte al elegir. Lo mejor: la carta de vinos, aunque mal descorchados. Mal la sala; incomoda y poco relajante con malas circulaciones que la trituran. Mesas pequeñas, de madera en bruto, desnudas, sin vestir, y con un pie imposible para las piernas. Servicio muy mejorable y relación precio calidad mal ajustada, con altibajos. No cumplió con las expectativas.