Saona - Puerto Venecia en Zaragoza

La comida estaba muy buena. Comimos de menú y todo riquísimo. El camarero muy amable....el problema fue la demora tan tan grande. Estuvimos 2 horas y porque ya al final fuimos a buscar al camarero para pedirle el postre .....

Excelente menu del dia y muy buen ambiente, excelentes precios.

Los dos camareros más veteranos dos máquinas, hacia tiempo que no veía a camareros tan profesionales

La comida muy buena, sobre todo calidad precio, pero el servicio deja mucho que desear, al menos en fin de semana, esperamos 1 hora entre plato y plato, y cuando le ibamos a decir que si tenía idea de cuanto podía tardar por sí lo cogiamos para llevar pues mi pareja entraba a trabajar, de malas maneras respondió diciendo que si no estábamos viendo como estaba el local. Lo 1 - pues un restaurante normal y corriente lleno, tampoco es que sea tan grande como para ir tan apurados, y si no puedes con un local así, cogelo más pequeño que quieres que te diga.. Lo 2- al camarero solo le ibamos a decir que lo pusiera para llevar, pero de malas formas se tuvo que adelantar a decir que si no veíamos como estaba el local.. En fin, lo que más molesta es como lo dijo, pero bueno. La comida muy bien, ahora fijaros siemore cuando os cobren , siempre fallan, para nada a propósito ya que si reclamas se dan cuenta y te cobran bien, pero hemos ido 5 veces, las 5 nos han cobrado de más y hemos tenido que decírselo.

Fuimos un grupo grande (20 personas) habíamos pedido ampliar en 4 personas por la mañana mandando un correo (por teléfono no se podía). Llegamos y estando el restaurante vacío (aún siendo viernes) nos dijo el camarero que no podía ser. Ante nuestra sorpresa reaccionó y nos dijo que ponía una mesa más. Cuando terminamos de cenar (23:00) éramos la única mesa ocupada. Algunos platos estaba quemados (pluma) otros aceitosos (tempura). La verdad que deja mucho que desear este Saona. A la salida, en el bar de cocktails de al lado había fila, por lo que gente había en el centro comercial.

No había estado nunca, pero me ha encantado. El camarero muy agradable y los platos muy ricos todos. Ibamos bastantes y estuvimos probando de varias cosas. El precio muy bien. Menú de comida de entre semana

Falta personal tanto en cocina como camareros. El tiempo de espera entre plato y plato casi media hora. Los camareros que hay no dan para más están sobrepasados, así que no los culpo.

La comida está muy bien, pero hemos venido ya unas 5 veces y siempre hay varias cosas que faltan de la carta, el servicio es lento, han tardado 1 hora en sacarnos un plato!!

Ya hemos estado en varias ocasiones en este restaurante y quizás esta vez no ha sido la mejor, era domingo pero no estaba lleno y faltaban varios platos de la carta que son los que más nos gustan, sin ser sustituidos por otros, el servicio lento, el baño de señoras con problemas que tuvimos que avisar para poder usarlo. Esperemos que en una próxima visita no nos ocurra

El sitio es muy bonito, con una decoración muy acertada en maderas, grandes lámparas de ratan, mesas con sofás, etc. En cuanto a la comida; (primeros y segundos servidos bastante rápido con un comedor bastante lleno) De entrantes: pulpo, por el cual pagamos un suplemento de 5€ y ¡que pérdida de dinero!. Duro, ni de lejos estaba en su punto. Solo con ver la foto se ve que parece de mentira), el mini Hot Dog de longaniza estaba bueno, y el Pan payesito con quesos y cherries muy rico. De Segundos: Presa, que estaba muy pasada y seca (pedimos dos platos y uno venía con patatas asada y el otro con fritas) El pollo en salsa, donde lo que mejor era la salsa. El pollo más frío no podía estar que contrastaba con una salsa recién hecha. Los segundo mala experiencia. Los postres muy muy ricos, tanto la tarta Banoffee (brutal el sabor a plátano) como las milhojas de mango con fresas. Lo peor, en cuanto a tiempos, los postres y el café. Una vez retirados los segundos platos, tardaron media hora de reloj en servir los postres con un restaurante ya vacío, y que decir del café.. que casi a las 5 de la tarde nos tenemos que levantar a decirles por 3 vez nos den la cuenta y que no hace falta que me traigan el café. ¡Un poco desastre! Éramos 4 mesas en la misma situación y el resto de restaurante vacío. Expectativas altas que se quedan en un regular.