Santuari de La Mare de Deu del Mont en Albanyà

Visitamos el santuario hace unos días. Hacia muchos años que no subía a este maravilloso santuario. Sigue igual. Bien cuidado. Puedes hospedarte en él, ir a comer o simplemente tomarte algo. También puedes hacer senderismo hasta llegar hasta aqui, bicicleta, correr o simplemente llegar en coche. Nosotros optamos por llegar en coche y pasar un buen ratito con estas maravillosas vistas de gran parte de la comarca Gironina. En el santuario te puedes hospedar. Es más, aqui se hospedaba Jacint Verdaguer. Tienen su habitación para que puedas visitarla y muchos de sus escritos. Jacint Verdaguer fue un gran poeta escritor. Tambien tienen restaurante, y la decoración interior es un autentico espectáculo. El camarero fue muy amable y atento. De trato familiar. La terraza del bar/restaurante es sencilla, amplia y bonita. La verdad, que no se encuntra ninguna pega en todo ello. Es un buen lugar donde venir, estar en calma y relajarte contemplando todos los pueblitos desde arriba, el mar, o simplemente perdiendo la vista hasta el infinito. Por lo que si. Recomiendo subir al Santuario de la Mare de Déu del Mont. 10/10

Lugar precioso de visitar con unas vistas espectaculares. El único inconveniente la carretera que es estrecha.

És un lugar idílico con unas vistas espectaculares. La comida muy buena , a destacar el trato recibido que és fabuloso, la hija de los propietarios és un 11 en amabilidad i servico. Lugar muy recomendable

Hemos subido a la Virgen del Mont y comido en el Restaurante. Solo podemos decir que hemos disfrutado del paisaje y de la comida. El Restaurante lo llevan una pareja, ella fantástica cocinera y dos hijas encantadoras

Momento privilegiado de calma y serenidad. Punto de vista. Restaurante. Estatua. Etc., magnífico. Creo que hay que pedirle al restaurante la llave para visitar. En cualquier caso podemos ver desde lejos.

Espontáneamente decidí conducir hasta aquí después de una visita a Besalú. En retrospectiva, el viaje fue un poco más aventurero de lo esperado. La carretera se hacía más estrecha a medida que subías y siempre tenías miedo de que un coche se acercara. Así que estás subiendo penosamente a una velocidad máxima de 30 kilómetros por hora. También hay piedras en el camino que han caído. Pero una vez que llegues a la cima no te arrepentirás porque ¡la vista es realmente fantástica! Fue una pena que el restaurante y la terraza estuvieran cerrados (el 1 de agosto). Entonces podríamos haber tomado una copa y disfrutar más de la vista. Éramos los únicos en la cima de la montaña.

Excelentes vistas, muy tranquilo.

Hemos ido a parar aquí de manera involuntaria, por imposible que parezca estando donde está, pero lo que hemos encontrado, tanto a nivel de entorno como de trato ha estado por encima de cualquier expectativa. Muy por encima. El lugar es espectacular, sencillamente incomparable, lleno de paz y lleno de Cataluña, pero el trato de la gente que nos ha acogido ha sido fantástico, a la altura del lugar como mínimo. Muchas gracias y hasta pronto.