Sant Marti en Sant Martí Vell

Excelentes aperitivos, deliciosa comida local y la mejor y más grande crema del mundo. Además, el servicio, el ambiente y los precios son muy accesibles.

Local funcional, servicio correcto y buena relación calidad-precio.

Hoy, un grupo de 7 personas excursionistas nos hemos detenido a comer en este restaurante. Local tradicional de cocina catalana y tierra. Productos locales y artesanales. Ambiente familiar. Hay que preservar estos locales frente al alud de estafas extranjeras. Buena comida. Carta en catalán y oyes hablar catalán en el establecimiento. Quiero destacar que el ama (una señora mayor de edad avanzada) del local ha venido para saludarnos y compartir experiencias en nuestra mesa mientras comían. Me gusta mucho que venga el ama de la casa a interesarse por los clientes. Por desgracia, cada vez se hace menos. Nos apuntamos este restaurante a nuestra agenda por las próximas rutas senderistas de nuestro grupo.

La comida y el servicio excelente, el local un poco ruidoso

Restaurante ubicado en un pueblo con mucho encanto. Lo recomiendo al 100%. Dispone de un menú de entre semana muy extenso.

Un hallazgo de excelente restaurante. Menú a muy buen precio y carta amplia. Los caracoles un 10. El pueblo una maravilla.

La comida inmejorable, el trato no puede ser mejor, llevo yendo ya hace 3 años, cuando hago vacaciones

Bonito restaurante de cocina casera y personal muy atento y amable. ¡Hemos hecho un menú diario por 19€ con mucha variedad de platos a escoger y ha resultado buenísimo! Repetiremos seguro

Decidimos ir a este restaurante hace tiempo, pero las circunstancias han ido impidiendo que vayamos antes. A decir verdad, nos había generado unas expectativas muy altas y posiblemente esto ha hecho que la decepción también lo fuera. El lugar está muy bien situado, junto a Sant Martí Vell, un lugar ideal para dar un largo paseo antes o después de comer. El aparcamiento de los coches puede ser algo complicado. A veces se acumulan coches en las aceras, muy mal aparcados. El interior del restaurante nada tiene que ver con el exterior. Por fuera es una pequeña masía, pero el comedor es más de un restaurante "convencional". Esto puede agradar a unos y desagradar a otros. Es cuestión de gustos. La atención del personal es correcta y en catalán, al igual que la carta (lo destaco, ya que esto empieza a ser un problema en muchos sitios). Pero la comida no es lo que esperaba. Las croquetas, con una buena apariencia externa, internamente no tenían textura y costó saber de qué era cada una (sólo había de 2 tipos y eran muy diferentes). El jamón tenía la apariencia de haber salido de un envase precortado. Esto es subjetivo, claro. Y lo peor fue la carne. Insistí en que estuviera en su punto, tirando a poco hecha. Las fotos lo dicen todo. Me la sirvieron muy hecha. Y esto, para quienes nos gusta la carne, es imperdonable. Lo comentamos y nos dijeron que si lo hubiéramos dicho antes podían haber hecho otro. Y de nuevo lo haremos, pero creo que un restaurante como éste no puede permitirse hacer la carne tan mal. En cualquier caso, el irlandés estaba muy bueno.

Fuimos recomendados por una persona de la zona. Menú y carta ajustadas de precio, Cocina de la zona, con buen producto. Cabrito rebozado muy bueno, carpaccio un poco frio, y resto correcto. Lo mejor es que pudimos comer dentro con nuestro perro. Luego tomamos café en un jardín exterior muy agradable.