Sal y Pimienta en Tías

Disfruté de este restaurante con excelentes vistas al puerto viejo. La comida era excelente y la calidad y el tamaño de las raciones muy buenos. Recomiendo encarecidamente la paella para una persona, ya que pedí la de marisco y estaba repleta de diferentes variedades de marisco y pescado. Mi punto negativo habitual es el servicio, ya que he probado mejores en Lanzarote. La comida llegó a tiempo, pero la recogida de los platos y la cuenta final tardaron bastante. A medida que el restaurante se llenaba, el servicio se hacía más lento. Sé que es de esperar, pero algunos camareros claramente no estaban atentos a lo que pasaba en sus mesas y no pasaron más tiempo hablando en la recepción. Volveré a por la paella y espero no tener que volver a soportar la lentitud del servicio.

¡Una magnífica vista al mar y un servicio incomparable! ¡Qué amables! ¡Los platos son variados y realmente deliciosos! No solemos ir al mismo lugar dos veces en vacaciones, ¡y con este restaurante hicimos una excepción! ¡Gracias de nuevo por la cálida bienvenida!

Hoy, a las 17:30, fuimos los primeros en cenar y tuvimos todo el restaurante para nosotros. La comida estuvo excelente, la vista del puerto era preciosa y el personal fue amable.

Restaurante encantador con preciosas vistas al mar. Muy tranquilo. Personal amable y servicial, con comida y bebida a precios razonables.

Estuvo bien. Siempre que pasábamos por allí parecía estar lleno, así que lo probamos. La noche que entramos, parecía un caos, como si el personal no estuviera organizado. La comida estaba bien. Pedí paletilla de cordero, que estaba deliciosa, pero me costó un poco conseguirla. Vimos a otras mesas esperar una eternidad a que las limpiaran o a pagar. La noche siguiente parecía que había más personal, así que quizá tuvimos mala suerte.

Comida deliciosa y una vista preciosa. Es una pena que el servicio fuera tan deficiente y que las bebidas y postres fueran servidos muy esporádicamente.

Muy a mí pesar, no puedo ponerle más puntuación, ya que no llego a cumplir las expectativas que pensabamos. En torno a las 1o.2o de la noche, creemos que el jefe, nos dice que podemos sentarnos tranquilamente a cenar, que la cocina cierra a las 11.00 pero pero no tenemos prisa para disfrutar de la cena. En el momento de sentarnos el personal comienza a recoger todo a nuestro alrededor, haciendo de la experiencia una situación muy incómoda, ya que solo sentimos querian marcharse. Entendemos que todo trabajador tiene un horario pero entonces no inviten a sentarse a cenar es su restaurante en esas circunstancias . Pedimos pimientos de padrón, no eran de padrón, como gallega que soy, revisen por favor el proveedor que les atiende las necesidades....papas arrugadas, calentadas al microondas y muy duras e insípidas. Es una pena que sea algo típico, le dediquen tan poco cariño. También pedimos una ensalada de jabugo con aguacate y tomate, que valió la pena y unas puntillas de calamar que no me atrevería a decir que eran frescos.... Solo puedo reseñar, la actitud de la camarera que nos atiende, si no me equivoco, una chica canaria muy simpática que aguantó hasta el momento que terminamos de cenar, solo nos dieron media hora y amablemente nos invitó a marcharnos pero con mucha educación, reflejando que esas efectivamente, no eran las maneras pero haciendonos entender de debían de cerrar. En definitiva no pudimos tomar ni café, ni nos ofrecieron postre alguno, cuando su jefe nos aseguro que no tendríamos porqué tener prisa en cenar. Por favor, no hagan que los comensales nos sentemos para no poder disfrutar después de una bonita cena. No volveremos simplemente por la sensación de ansiedad que nos dejaron ver. No sienten a las personas solo por facturar. Está reseñas es con la idea de mejorar en este aspecto. Gracias.

El camarero Jesús fue muy amable cuando nos atendió la comida muy buena y las papas arrugadas espectaculares

Pedimos dos paellas veganas dos noches seguidas y siempre han estado increíbles. Salen bien calientes y llenas de sabor. El personal es muy amable y atento. Gracias a todo el personal.

Fui con 3 amigas y sin duda nuestro mejor momento en Lanzarote. JESUS ES EL MEJOR. Nos sacó una sonrisa e hizo que nos lo pasaramos genial. Volveremos al restaurante por Jesus. Gracias y gracias!!!