Sagar Zulo en Lezo

Uno de esos restaurantes que solo se encuentran en el País Vasco, donde puedes disfrutar de una excelente comida con productos caseros a un precio súper asequible: menos de 20 euros, incluyendo una selección de entrantes, platos principales y postres, una botella de sidra o una copita de vino tinto para disfrutar solo con una copa de vino espumoso (gaseosa), un café y un aperitivo en la terraza con vistas a Jaizkibel. Aunque no está junto al mar y el comedor es sencillo, a veces desearás poder comer en la terraza. Volverás una y otra vez por la excelente comida, la amabilidad de todo el equipo y el placer de no caer en una trampa para turistas. ¿Por qué compartir este lugar? Precisamente para demostrar que la reputación del País Vasco por su buena comida es bien merecida. Vuelve a comer el fin de semana y disfrutarás de auténticos filetes de costilla y un pescado magnífico, cocinados a la parrilla. Aquí no encontrarás pescado local que se envía a Rungis o a Mercamadrid antes de viajar al País Vasco, solo para ser servido por restauradores que han ahorrado un poco de dinero a costa de sus clientes y del medio ambiente. Tampoco hay pescado de piscifactoría, solo carne madurada y cuidadosamente seleccionada, cuyo peso no se infla ni un 20 ni un 30%, ni verduras congeladas compradas en Metro o Makro y vendidas como producto fresco. Por último, si quieres darte el capricho de una buena botella de vino, debes saber que aquí el precio no se multiplica por 6, 7 u 8. Por tan solo 15 euros, puedes disfrutar de un buen Rioja Alavesa, por ejemplo. Así que sí, este mensaje es para elogiar la calidad de este menú familiar y los productos de alta calidad que se ofrecen. Pero también es para denunciar la comida basura que se está extendiendo en la costa norte del País Vasco (Chambre d'Amour en Anglet, Biarritz principalmente, San Juan de Luz, Hendaya), así como en ciudades como Irún, San Sebastián y Hondarribia, donde es muy difícil encontrar buenos pintxos. Los productos "caseros" que se venden suelen estar simplemente congelados, a veces de buena calidad, y muchos bares de pintxos simplemente cocinan, descongelan, ensamblan y luego venden estos productos industriales a precios desorbitados. Una diatriba, también, contra los vinos de baja calidad que se venden por copas a precios que a veces superan con creces el precio de una botella (en la costa norte del País Vasco); una diatriba contra estos grupos o inversores que a veces no saben nada de cocina, a menudo nada de nuestra cultura, y que olvidan que en nuestra cultura hay que respetar a los turistas y que, una vez terminada la temporada alta, solo quedan los locales, con un poder adquisitivo ciertamente menor, pero que tienen esa costumbre de salir a comer y cenar fuera y que no perdonan que los tomen por tontos. Así que no, una merluza fresca y bien cocinada no debería estar nadando en agua en el plato y deshaciéndose; no, una costilla de ternera servida poco hecha no significa que haya sangre en el plato; no, la carne servida muy azul no tiene por qué llegar fría. A ciertos restauradores del País Vasco Norte les digo: «Dejen de fingir que todo es más barato en el País Vasco Sur para justificar precios inflados, pescado que recorre 1.800 km antes de servirlo en el plato, dejen de afirmar que venden pescado salvaje cuando es de piscifactoría, dejen de vender vinos a precios desorbitados y dejen de hacer pasar productos importados por frescos». A los amantes de la buena comida, sencilla y auténtica, tengan curiosidad; por suerte, todavía quedan algunas joyas en el País Vasco Norte. Pero si buscan precios asequibles con productos locales y comida verdaderamente casera, vayan a descubrir Lezo, Oiartzun, Bera de Bidasoa, Astigarraga, Pasaia, Aia y, más lejos, Bilbao, Getxo, etc.

Espectacular!!!! Excelente sitio, comida casera. Tienen menú con muy buena relación calidad precio. Todo lo que probamos buenísimo: alubias negras, filete con patatas,... Nos dieron un gran servicio, muy atentos siempre. Repetiremos seguro.

Lita y Joxé Angel son encantadores. Todo muy rico. Un placer

Comida hecha con cariño, servicio y atención sobresaliente y en todo momento te sientes como en casa. Sobresaliente a todo el equipo. Gracias a todos y seguir así muchos años.

16 de Agosto, comida para dos. Jamón ibérico, ensalada de tomate, rodaballo para dos, torrija caramelizada y cafés. Todo buenísimo. Lo único malo hemos sido nosotros que hemos calculado mal y hemos terminado a reventar. Nos han dicho que nos podíamos llevar el rodaballo sobrante y así a sido. Volveremos pronto

Muy buen chuleton de buey y mejor rodaballo. Muy recomendable. Gracias.

Comimos el pasado sábado, y desde los entrantes hasta el postre todo estaba muy bien cocinado, a destacar el rodaballo con su salsa. El servicio es mejorable, la manera de dirigirse a los comensales. Y algún detalle raro como el pan blanco envuelto en la servilleta.