Probé varios platos de comida china y todos estaban en su punto, con ese toque casero que se nota cuando los ingredientes son frescos y bien preparados. El arroz y los tallarines tenían muy buen sabor, nada recargado, y las verduras estaban al dente. La atención fue excelente, rápida y amable, lo que hizo la visita más agradable. El local tiene un ambiente tranquilo y limpio, ideal para comer con calma. Los precios me parecieron razonables para la calidad que ofrecen. Sin duda, un lugar para repetir pronto.
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