Sabor a Nápoles en Málaga

Fuimos por recomendación de un amigo y la verdad que fue una muy buena experiencia. Aunque fuimos con intención de preguntar por la carta y demás, decidimos quedarnos para tomar una cerveza y una tapa. Yo tomé una Messina y mi pareja una Menabrea, y compartimos una focaccia que llevaba carpaccio de pulpo, burrata y n'duja (¡una locura!). Como italiana, salí encantada y con muchas ganas de volver. Además, el dueño, Francesco, es un encanto. ¡Hasta nos invitó a un chupito de "meloncello"! (Buenísimo, por cierto). Volveremos pronto.

Acabamos de comprar una pizza y una focaccia y todo exquisito y autentico. Súper bien atendidos con amabilidad. Para volver mil veces.

El mejor italiano que he probado en mucho tiempo! Desde que lo conocí he ido mas de diez veces. El producto es increible y el trato inmejorable.

El descubrimiento del 2020! Productos 100% italianos. Todo es casero y siempre que voy te sorprende con algún plato o recomendación nueva. Las focaccias, pizzas... todo un 10! Y el trato de Francesco inmejorable, simpático y magnífico chef

Cazzo ma k cossa son unos makinas italianos pero mas makinas k nadie y mas bokerones k yo darles una oportunidas y probareis comida autentica, original y italianomalagueña como ninguna! Ahahah andiaaamo algun dia seremos millonarios pero ricos ya somos un rato xD

Nos encantó toda la comida y la atmósfera! Muchas gracias y nos vemos pronto! Ottimi prodotti e qualità sana. Abbiamo provato sia le Pizze, che la Parmigiana, che i dolci ed è tutto buonissimo! Alla prossima ;)

Un pequeño rincón de Nápoles en la zona de La Malagueta con Totò y el Vesubio de fondo. Buenos productos de la (su) tierra.

Hoy hemos pedido 4 focachas diferentes y canoli y nos encantó todo! Los chicos son muy agradables y rápidos. Tengo muchas ganas de volver!

Lugar acogedor , la atención por parte de Francesco fue perfecta. La comida de 10 , todo casero y de excelente calidad . Para repetir!!! Muchas gracias !!!!

Un pequeño local en la Malagueta con un chef italiano muy competente y simpático y comida muy auténtica. La parmiggiana muy sabrosa así como la focaccia trufata untuosa. En ambas destaca la suavidad de los sabores por lo natural de los ingredientes.El chupito de meloncello muy rico.El local de una decoración espartana me recordaba los locales que frecuentaba hace 40 años cuando apreciabas la comida casera y no importaba el lugar sino la calidad de la misma. No es un local para una cena romántica pero para ir solo y estar a gusto por la comida y lo simpático del joven dueño sí. Repetiré muy a menudo