12/08/2025: Vinimos a pasar una noche romántica en nuestra primera noche en Mallorca por recomendación de un amigo de Texas y un artículo de Eater que la respaldaba. Esto es para ti si te gusta una experiencia gastronómica de alta gama que te expanda y te haga reflexionar sobre la comida. También elegimos el maridaje de vinos y el sumiller nos explicó detalladamente cada uno de los aproximadamente 7 vinos que probamos, todos de origen local y algunos producidos en colaboración con el restaurante, casi todos variedades de uva autóctonas de la isla. La comida estuvo excelente y cuidadosamente seleccionada con productos locales. El personal fue muy amable y servicial (nuestra camarera, Elena, incluso nos dio una lista de sus playas y restaurantes favoritos para probar aquí). ¡En general, quedamos impresionados! ¡5 estrellas! La única pega fue que reservamos el mismo día y, como resultado, no pudimos sentarnos en la terraza... ¡pero casi no nos dimos cuenta! :) ¡Gracias!
09/08/2025: Recientemente cenamos en Ca Na Toneta, sabiendo de antemano que era un restaurante de alta gama. Con el menú degustación a 100 € por persona y el maridaje a 65 €, nuestras expectativas eran, como era de esperar, altas. Habíamos informado al equipo de antemano de que no comíamos aceitunas y de que mi mujer era vegetariana.
El entorno es encantador, con un diseño primitivo y sostenible. Aunque algunos elementos, como los posavasos y los manteles cosidos a mano, nos resultaron demasiado minimalistas, el ambiente en general fue agradable. Más tarde supimos que hay una zona de espera para los invitados, algo que habría sido útil saber con antelación, ya que pasamos el tiempo esperando en el pueblo.
Lo que echamos en falta, sin embargo, fue una adaptación cuidadosa del menú a nuestras necesidades dietéticas. En lugar de aceitunas, no añadieron nada, y en los platos vegetarianos, la carne o el pescado se sustituyeron por unas simples ramas y/u hojas de hierbas, lo que resultó en platos incompletos para mi mujer. Las raciones también nos parecieron modestas, y me fui con algo de hambre.
En cuanto al servicio, si bien profesional, el trato del equipo resultó algo distante, y no experimentamos el ambiente cálido y acogedor que esperábamos. Además, en una cena de 330 €, añadir agua a la cuenta nos pareció excesivo.
Dado el precio elevado, creemos que existe la oportunidad de mejorar tanto la oferta vegetariana como la experiencia general del cliente, lo que armonizaría el servicio y el menú con el concepto único y sostenible del restaurante.