Riad Cabrera en Turre

Auténtica comida marroquí. Las raciones no son excesivamente generosas.

Fátima es un encanto y su comida es riquísima. Llena de sabor. Y, por supuesto, el lugar es una maravilla. No te lo pierdas.

Un lugar y un entorno encantadores. La comida estaba buena, pero las raciones eran muy pequeñas teniendo en cuenta el precio. Mi mujer pidió un filete sobre un gratinado de patatas, ¡sin verduras ni ensalada como guarnición! Éramos los primeros en llegar esa noche y mi mujer incluso les avisó de nuestra llegada, aunque no éramos la primera mesa atendida (los clientes habituales, obviamente, van primero). La comida estaba buenísima, pero la mayor parte estaba tibia. Pedimos bebidas al principio de la noche y ¡no nos las volvieron a ofrecer! La cuenta era carísima; en ese momento no lo cuestioné, ya que estábamos con mis padres y no quería armar un escándalo. ¡Debería irme! Recordando lo que pedimos y el precio de todo, con artículos como las bebidas y el agua he sido muy generoso, pero creo que nos cobraron de más, entre 40 y 50 euros. Ya sé que es demasiado tarde, pero si planeas ir, ¡revisa la cuenta! Es una pena, ya que varias personas nos habían recomendado ir a comer allí. En general, la comida era normal y demasiado cara, con un servicio por debajo de la media, ¡a menos que seas un cliente habitual!

Muy buena comida pero el servicio excelente lo mejor el trato del camarero Juan Jose 👍

Comida muy sabrosa a buen precio.

Esta es una joya escondida en Cabrera, con auténtica comida marroquí y una gran selección. El servicio fue excelente y lo recomiendo encarecidamente. Sin duda, reserve para no decepcionarse. Vale la pena el viaje.

Amamos a Fátima. Mucho respeto por ella. Mucho ánimo y nos vemos pronto. Besos.

La comida rica,aunque lo de un bañito de temperatura parecía mas un rebozado un pelin aceitoso. Pero todo estaba muy rico. Yo volveré y pediré otras cosas. A parte que la terraza es preciosa y está en un sitio privilegiado.

Situado en la entrada de la urbanización Cabrera, en la sierra del mismo nombre, al final de una carretera estrecha y tortuosa. Casa con terraza ajardinada y elegante comedor, estilo marroquí. Muy buenos los briouates. El timbal de paté de avestruz, queso de cabra y manzana es mejorable. El humus es excelente. Las brochetas (pollo, cordero o atún) están muy bien cocinadas y condimentadas. Los postres son buenos, internacionales. Carta de vinos corta pero suficiente. Un lugar especial.

Experiencia encantadora. Buena comida y servicio atento. Ojalá incluyeran el IVA en el precio y no como “sorpresa” al final.