Rhin Barril II en Granada

Muy buenas tapas, llevamos años viniendo mi grupo de amigos y yo, siempre un encanto. Sobre todo mencionar la actitud tan buena y afable del camarero Pablo, el mejor del mundo.

Bar de tapas para todos los gustos

La cervecería ofrece una experiencia agradable. Las cañas están bien tiradas, con buena temperatura y espuma justa. Las tapas son correctas, acompañan bien sin destacar demasiado. El personal puede ir algo lento en momentos de afluencia, pero el trato es amable y atento en general. Buena relación calidad-precio, ideal para una parada informal con amigos o para disfrutar de una cerveza bien servida en ambiente relajado.

Todo estaba razonablemente bien.

Aunque casi siempre hay que hacer cola si no tienes reserva, merece la pena. Hay mucha variedad de tapillas y la verdad es que están todas ricas, además son bastante generosas.

Parece un sitio de tapas local estupendo con precios muy razonables. El servicio fue un poco lento, pero los camareros fueron muy amables y corteses. Las tapas también tienen opciones vegetarianas, lo cual es genial. La hamburguesa vegetariana del bar de tapas está buena y las patatas bravas también estaban muy buenas. Las tapas cuestan unos 4 EUR cada una, incluyendo bebida y aperitivo.

Buenas tapas que entran con la bebida pero sin café

Experiencia 10/10, llegamos un lunes que paracticamente todo estaba cerrado y este sitio nos salvó la vida, a más que eso la comida buenísima, te daban tapitas con la bebida y unos platos con grandes cantidades y a parte buenísimos, por no hablar del trato que fue excelente, no recuerdo el nombre del camarero pero mis dieces, pocas veces había visto uno tan agradable y atento. Sin duda si vuelvo a granada volvería a ir.

Estuve en Rhin Barril y salí encantado. Es un bar top en todos los sentidos: la comida está buenísima, se nota la calidad en cada plato, y la cerveza la sirven bien fresquita, justo como debe ser. Pero lo que realmente marcó la diferencia fue el trato del camarero, de los mejores servicios que he recibido en mi vida: cercano, atento y siempre con una sonrisa. Una experiencia redonda que sin duda pienso repetir. Lo único malo fue la espera, estuvimos mucho rato esperando para poder sentarnos. Muy recomendable.

Nada más llegar fila para poder sentarte fuera...lo cual es una buena señal. Dentro lleno hasta los topes. Las tapas se organizan en dos bloques y si vas 4 personas debes elegir 2-2, es decir, 2 variedades de cada columna x2. Es curioso pero hay que tenerlo en cuenta. Las tapas que nos sacaron fueron salchichas al curry (tan buenas que volvimos a pedirlas pero en ración), bolitas de carne en bocadillo picantes (salvaje y super sabrosa) y mini pizza (quizá lo más justo de todo aunque buena). El plato principal fueron unos huevos revueltos con queso de cabra y miel. El tamaño es lo más descomunal que hemos visto en una ración de este tipo, tanto, que no pudimos terminarla y nos llevamos lo que no pudimos aniquilar. Estaban absolutamente increíbles tanto en sabor, como en calidad de producto y presentación. Para beber fueron 2 copas de radler, un Nestea y 2 botellines de agua. El ticket no llego a 32€, por lo que sólo se puede catalogar como perfecta relación calidad-precio. La atención destacable y eficiente.