Rhin Barril II en Granada

Un ambiente espectacular, incluso para un domingo por la noche. Siempre que voy a Granada, es una parada obligada.

La comida está bien por el precio que tiene pero la atención del personal deja mucho que desear, tardaron más de 30 min en traer las tapas, no nos retiraron los platos y los vasos vacíos en todo el servicio y hubo mucho tiempo de espera entre los platos de la comida.

Las cervezas, variadas y exquisitas, la lagunita ipa, muy buena, las tapas ricas también, el flamenquín no está ni como los de Jaén ni como los cordobeses, y mucha gente casi siempre, pero muy buen ambiente y amabilidad, volveremos seguro.

Increíble sitio para tapear, buenas tapas en cantidad y calidad, el servicio muy bueno y rápido. Lo único malo es que no hay sitio porque está siempre lleno, pero realmente esto es algo bueno porque indica que es un lugar de calidad.

La comida muy buena, las tapas abundantes. El servicio un poco lento.

La camarera que nos atendió muy amable en todo momento. No nos faltó nada. La mini pizza se notaba casera y a mi niño le encantó (terminó el niño con más tomate que la propia pizza). Y las salchichas con curry muy buenas también. Viendo que la terraza es amplia y que el niño puede desfogar (respetando a la gente y sin entorpecer el trabajo de los camareros), volveremos.

local bonito buenas tapas servicio mediocre

Estuvimos el sábado x la noche tenia buen ambiente y las tapas muy buenas

Desde que descubrimos este bar, es parada obligatoria cada vez que estoy por Granada. Lo mejor es la atención del chaval que toma nota en la terraza, que es super amable y siempre con una sonrisa. Además buen precio, buenas tapas y raciones generosas.

Nada más llegar fila para poder sentarte fuera...lo cual es una buena señal. Dentro lleno hasta los topes. Las tapas se organizan en dos bloques y si vas 4 personas debes elegir 2-2, es decir, 2 variedades de cada columna x2. Es curioso pero hay que tenerlo en cuenta. Las tapas que nos sacaron fueron salchichas al curry (tan buenas que volvimos a pedirlas pero en ración), bolitas de carne en bocadillo picantes (salvaje y super sabrosa) y mini pizza (quizá lo más justo de todo aunque buena). El plato principal fueron unos huevos revueltos con queso de cabra y miel. El tamaño es lo más descomunal que hemos visto en una ración de este tipo, tanto, que no pudimos terminarla y nos llevamos lo que no pudimos aniquilar. Estaban absolutamente increíbles tanto en sabor, como en calidad de producto y presentación. Para beber fueron 2 copas de radler, un Nestea y 2 botellines de agua. El ticket no llego a 32€, por lo que sólo se puede catalogar como perfecta relación calidad-precio. La atención destacable y eficiente.