Restaurante vila casals en El Vendrell

Comida muy rica..bonita espeeiencia...

Sin duda el mejor lugar donde ir a comer de la zona, son muy amables y tienen muy buen servicio.

Comimos menú paella. Los primeros muy bien. Canyailles a la brassa o llaune como los caracoles, muy buenas, la alcachofa con virutas de jamón buena. La paella de pescadores no nos gusto. Habia como un velo de color marrón que cubría toda la superficie , ésto es porqué se exceden con la cebolla caramelizada que no entiendo porqué se les pone a las paellas, le daba demasiado gusto dulzón que enmascara el sabor del pescado y de la paella en si. Sabe mal porqué no vamos a volver y sin embargo el personal es amable y el lugar es acogedor.

Comimos dentro, estábamos cerca de las salas interiores por lo que había mucho ruido , el servicio muy amable. La paella de alcachofa no llevaba sepia ni calamares y los platos de carne no nos gustaron (abanico y secreto). El tataki y los caracoles de mar excelentes.

Menú diario de gran calidad. Los camareros muy atentos y amables.

Fui con un grupo de personas y no lo conocía. Me sorprendió muy gratamente por la calidad de su menú y atención del servicio. Platos abundantes y lo mejor bien cocinados y calidad del producto. Se encuentra al lado de la playa y al lado del museo Pau Casals, de hecho anteriormente era la casa de invitados del ilustre compositor.

Platos bien presentados, abundantes y ricos. Buenas relación calidad precio, seguro que repetiremos.

La tempura un poco blanda y el entrecot comible pero un poco durito, los postres buenos y los camareros eficientes y amables. Precio calidad aceptable.

Genial la experiencia del lugar. Un lugar encantador con un muy buen servicio y menu de mediodía 22€. La verdad es que ya poder compartir el lugar merece la pena.

Vila Casals, en Comarruga, ofrece una experiencia gastronómica excepcional, realzada por sus espectaculares vistas al mar desde la terraza. Las croquetas de jamón ibérico son una delicia: melosas por dentro y crujientes por fuera, acompañadas de chips de boniato que aportan un toque ligero y dulce. Los pies de cerdo a la brasa destacan por su textura suave y melosa en el interior, con un exterior crujiente y sabroso. El tataki de atún es otro plato sobresaliente, jugoso y de gran calidad, mientras que los mejillones en salsa tienen un sabor extraordinario gracias a su rica salsa. Aunque el abanico llegó algo seco, fue un detalle menor en una experiencia muy positiva. El servicio es impecable, profesional y rápido, y la relación calidad-precio es fantástica: por 30 euros se puede disfrutar de un menú completo, con productos de primera calidad. Sin duda, un lugar recomendable al que vale la pena ir con reserva.