16/05/2025: Romance del Mesón de Mérida:
Escuchad, nobles señores, doncellas y caballeros,
que os contaré la historia de un festín verdadero.
En tierras de Extremadura, donde el sol besa la piedra,
hallamos un mesón noble, en la ciudad de Mérida.
Allí el viajero hambriento, con paso firme y callado,
halla un templo de sabores, de la tierra bien honrado.
Empezamos la aventura con gazpacho bien servido,
con ajo y con buen pimiento, de sabor recio y sentido.
Vinieron luego las migas, que en aromas nos bañaban,
como canto de campanas que la patria nos llamaban.
Y entre charla y vino tinto, se alzó un nombre ya bendito:
“¿Un cochifrito?”, preguntamos. “¡Sí, señores! ¡Un cochifrito!”
Recomendado fue el plato por el mozo de la casa,
y al probarlo, nuestras almas al festín se dieron plaza.
Luego lengua estofadita, como abuela la cocía,
tierna, suave, tan sabrosa que en los ojos luz ardía.
Y cuando creímos basta la faena del banquete,
vino caldereta al centro, con conejo en su retrete.
Patatas finas al lado, con el pulso bien cortadas,
y el pimentón, noble escudo de las tierras extremeñadas.
Mas el broche de esta hazaña, como joya en la corona,
fue un postre de almendra dulce, que en la lengua reacciona.
¡Oh textura peregrina, tan alegre y juguetona!
Cada bocado era un verso, cada miga una corona.
Y no olvidamos, señores, a quien vino y nos sirviera,
un mozo joven, valiente, de atención caballeresca.
Le deseamos fortuna, y valor en su jornada,
que en la EVAU su mente brille, como estrella bien trazada.
Así concluye este canto, de sabores y nobleza,
de un mesón que guarda en pecho la más pura fortaleza.
Si cruzáis Mérida un día, no dudéis en hacer alto:
¡que en este templo de viandas, el alma goza su salto!
15/05/2025: Buen servicio, muy autentico, baños limpios y buen precio