Restaurante Slowbar El Vagabundo Millonario Tapas en Sevilla

Buena comida, personal regular.

Que cena tan agradable!!, ha sido estupendo. Para repetir y llevar más amigos. Es como estar en casa, con una atención exquisita. Sin prisas y disfrutando de cada bocado con excelentes vinos. Que gran descubrimiento 👏 👌

Sencillamente espectacular Es algo que hay que experimentar Si te gusta probar cosas buenas, nuevas , salir de lo normativo y sorprenderte sin dudas es el sitio al que tienes que ir

Un lugar diferente, especial, donde el tiempo se para y José nos recibe en su casa. Solo faltaría que nos recibiera en batín y zapatillas. Déjate sorprender y explicar por un enamorado de la cocina. Todo exquisito y sorprendente pero el postre fue un poco más allá.Conocelo. Imprescindible.

Muy buen trato por parte del dueño. Ambiente ideal para estar el tiempo que consideres con amigos. Muy recomendable.

Un sitio especial en un ambiente especial, muy bien atendidos y con buena comida

Un 10 sobre 5 maravillla de sitio, maravilla de almuerzo. Maravilla de persona!! Sin duda un sitio para recordar y repetir!!

El mejor cumpleaños del mundo. Lo celebramos con otra mesa, comimos de forma inmejorable, todo exquisito. El dueño, un encanto. Te explica toda la carta, una atención inmejorable. Totalmente recomendable, para vivir toda una experiencia culinaria.

Quedamos para comer en este sitio y así probar que nos la habían recomendado y la verdad no nos defraudó. Solo atienden por reservas. José es la mente brillante que lleva el local y es un placer hablar con él. El ambiente del local es una pasada, solo dos mesas,… nos dijo que la tranquilidad y las pocas prisas eran la norma de la casa y debe de ser así porque entramos para comer a las 13:30 y salimos de allí a las 18:30 pero como si hubiera pasado tan solo una hora de almuerzo y no penséis que es porque tarda en servir, todo lo contrario cada cosa viene en su preciso momento, pero te relajas tanto que el tiempo se va en un plis. Tenéis para los cerveceros una cerveza de malta que está inmejorable, olvidaos de la Cruzcampo,… y para los vinateros como yo un Ribera del Duero que al final fue la estrella de la mesa y todo el mundo cayó en sus garras, no puedo precisar si fueron tres las botellas que matamos o alguna más con las copas anteriores, José se dio cuenta y ya una vez la confianza entró por la ventana, dejaba la botella en la mesa. En cuanto a la comida es un placer para los sentidos cualquier cosa que pidáis, pero especial mención para el Goffre de Hígado de Bacalao y chocolate blanco,… otro motivo más para volver al tajo otro día. El precio???? Os sorprenderá,… comimos, bebimos, postreamos y chupiteamos y no nos secuestraron la cartera. No dejar de ir pensando en eso. Seis personas atendidos de una manera esmerada, en un local bastante diferente y acogedor y 40€ por cabeza??? Os lo dije. José felicidades y seguro nos veremos pronto.

Una experiencia culinaria que nada tiene que ver con lo que estamos acostumbrados. Es un sitio escondido el cual tienes que descubrir como yo con un poco de suerte en google o mediante el boca a boca. Hay 3 mesas y no se doblan por lo que puedes estar todo el tiempo que quieras. José es un anfitrión y cocinero excepcional, te explica todos los platos y es una persona muy agradable. La comida no puedo más que tener elogios y el precio baratísimo para la experiencia, de unos 20 euros por persona con postre incluido. El sitio es muy acogedor, con una luz tenue y musica con un volumen bajo para disfrutar hemos estado 2 horas y se nos ha pasado volando. Gracias José por todo. Os lo recomiendo a todo el que tenga la suerte de ver esta reseña