Espectacular
Sobre todo el pulpo y la Gilda de vieira.
Totalmente recomendable.
Si vas a Coruña, es un sitio que no puedes dejar de visitar.
angel perez
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11 Agosto 2025
10,0
Comimos algunas de las mejores almejas y bogavante que hemos probado jamás, sin embargo las cigalas estaban demasiado cocidas.
Javier Vazquez
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31 Julio 2025
8,0
Imposible encontrar un mejor restaurante para comer marisco y pescado.
Jacinto y Luis son unos auténticos profesionales y amantes de su trabajo. Conocen y consiguen el mejor producto y lo saben tratar mejor que nadie.
El servicio es exquisito, una auténtica experiencia gastronómica.
Carlos Otero Viña
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06 Julio 2025
10,0
El mejor restaurante de España por goleada. Jacinto es un maestro del producto y Luis, director de orquesta.
Valeriano Torres Ordóñez
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05 Julio 2025
10,0
Espectacular, la mejor comida de mi vida
Mikel Palacios
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05 Julio 2025
10,0
De los mejores restaurantes de España. Producto espectacular, trato genial. Vaya cigalas, bogavante…
Pablo Abril Martin
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05 Julio 2025
10,0
Una marisquería de las de toda la vida. Servicio exquisito con gran cuidado del producto en la cocina, como en casa!
Nacho Ansorena
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05 Julio 2025
10,0
Calidad y servicio, y esto hay que pagarlo. No hay secretos ni atajos.
Gonzalo Gomez
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17 Mayo 2025
10,0
He estado un día en A Coruña por razones de trabajo y al preguntar al taxista donde podía comer buen marisco me ha recomendado directamente Rio Ulla. No ha fallado: simplemente magnifico. Hasta la tarta de queso y el orujo de hierbas del final, todo ha estado al nivel que esperaba. La atención del personal y la calidad del marisco y el Ribeiro están en consonancia con lo esperado. El precio acorde con la alta calidad del producto.
mjcsp
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30 Abril 2025
10,0
Como cliente que lleva más de quince años acudiendo a este restaurante junto a mi familia, me siento en la obligación de compartir lo que presencié el día de su visita. Lo hago con todo el respeto, pero también con la firme intención de defender un espacio que siempre se ha caracterizado por la educación, el trato exquisito y el saber estar, tanto del personal como de la mayoría de sus clientes.
Su reseña, llena de acusaciones y comentarios despectivos, no solo es profundamente injusta, sino que contradice por completo la realidad que vivimos quienes compartimos comedor con ustedes esa tarde. Le aseguro que quienes estábamos allí no vimos niños “tranquilos y educados”, sino todo lo contrario: gritos constantes, portazos reiterados, carreras por el local y, finalmente, la rotura de una cerradura por golpear repetidamente una puerta. Lejos de intervenir, los adultos responsables observaban la escena sin poner límites, lo cual incomodó visiblemente a los demás comensales, yo incluido.
El maître, a quien usted califica con términos que hablan más de usted que de él, mantuvo la compostura durante todo el servicio. Que les acomodara en un comedor más apartado fue, a todas luces, un gesto de cortesía y de consideración hacia el resto de los clientes, no una muestra de desprecio. Lamento que lo interpretara de forma tan torcida.
Respecto al centollo del acuario, que usted exigía que se cociera en el acto, le recuerdo que los restaurantes serios —como es el caso— siguen protocolos sanitarios y de calidad. Lo que puede ser costumbre en una cocina doméstica no siempre es aplicable en un entorno profesional. Que le explicaran esto con firmeza no es una falta de respeto; es responsabilidad.
Tampoco observé, en ningún momento, que se lanzaran cubiertos. Lo que sí vi fue al personal reponiendo utensilios que alguno de los niños ya había usado de forma poco adecuada.
Y sobre los “insultos” que menciona, permítame decirlo con claridad: no los hubo. Sí hubo, en cambio, un momento bastante tenso provocado por usted, que se dirigió al maître con un tono altivo y despectivo delante de todo el comedor, mientras él respondía con una serenidad que, personalmente, no sé si habría sido capaz de mantener.
Podrá no haber disfrutado de la experiencia, pero lo que no debería hacer es utilizar una plataforma pública para volcar una serie de mentiras que buscan dañar la reputación de un lugar que se ha ganado a pulso el respeto de muchos. No todo el mundo está obligado a tolerar actitudes maleducadas en nombre de la “familiaridad” o de unas vacaciones.
No hay mayor falta de educación que exigirla sin dar ejemplo.
Brais B
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15 Abril 2025
10,0