Restaurante Recreo Peral en Cuenca

Local muy agradable, comida buenísima y un privilegio contar con una carta sin gluten tan amplia. Controlan la contaminación cruzada y me he sentido muy segura y muy bien atendidos por la camarera en general.

Se come muy bien, pero los tiempos de servicio son desesperantes. Entre plato y plato 1 hora de espera.

Pedimos platos tipicos de Cuenca. Bien calidad precio

Hemos ido muchas veces desde hace años y lo de hoy ha sido un desastre

Por favor actualizar los días de apertura, hemos llegado (lunes 22 de septiembre 2025 a las 22:00 )y esta cerrado

La camarera ha dejado mucho que desear. Pedimos cerveza y nos trajo una sin filtrar sin avisarnos que solo les quedaba sin filtrar aunque cuando pedimos otra nos la trajo filtrada. Pedimos una botella de Pedro Ximénez y pretendió que nos quedáramos una botella ya abierta porque no quedaba de la que pedimos. Por lo demás la comida no estaba mala.

Estuve cenando con mi pareja y la verdad es que hacía tiempo que no íbamos y nos sorprendió. Aunque con las raciones no puedes fiarte, en general, las cantidades son abundantes. Pedimos croquetas que son muy pequeñas y nada destacables, chopitos que estaban excelentes y venía una cantidad muy generosa y luego un plato principal cada uno. Reconozco que mi carne estaba algo dura aunque de sabor estaba muy rica. De postre la tarta de queso que tenía un toque afrutado que no supe qué era y no terminaba de convencerme. En general fue una velada muy correcta. Destaco negativamente que a la mesa de al lado le preguntaron si querían pan y a nosotros no nos dieron la opción. Pedimos unos tintos de verano previos a la cena y los trajeron con tapa. Más tarde llegó el pan. La sorpresa cuando en carta vimos que eso costaba 2€/cabeza (cuatro trozos de queso y el pan). Ese punto amargó un poco la velada.

Sitio agradable, cerca del Río Júcar, espacioso ,decorado con buen gusto, fácil de estacionar. Muy visitado por los locales

Restaurante con todos los alicientes para disfrutar de un buena comida, cómodo ,bien atendido,personal atento pero sin molestar,una muy buena carta con productos de primera calidad y aparcamiento gratuito a pie de restaurante.Aconsejo reservar con antelación para evitar fracasos .

LO BUENO: - Ubicación al lado del río, si tienes suerte puede tener buenas vistas - Buena decoración/entorno - Zona de aparcamiento disponible LO MALO: - Enorme, descomunal, demasiado grande - Estaba a reventar y el ruido fue ensordecedor, muy incómodos - Estábamos en un salón aparte y, sorprendentemente, sin estar excesivamente cerca de la cocina, salimos con una enorme peste a ´fritanga´en la ropa - Un alto % del servicio era niños que NO son profesionales del sector, y eso que César, nuestro camarero, hizo todo lo que pudo, le puso muchas ganas y estamos satisfechos con su trabajo, pero tanto él, como otros muchos que vimos allí ese día, no son profesionales - El pan estaba duro y malo! - De la carta de vinos tuvimos que elegir la cuarta opción porque no tenían los 3 primeras que deseábamos de la carta y encima.........Lo tuvimos que devolver por malo! - La comida tan solo normal, un aprobado raspado - Nos tocó una mesa al lado del baño y fue incómodo ver pasar de manera CONSTANTE a todos los clientes que entraban - No es especialmente barato